Para muchas personas a medida que el día avanza suele ser todo más reconfortante y tener incluso más energía, tanto así que incluso se sienten más a gusto justo en la noche; precisamente en medio de la oscuridad la creatividad y los sentimientos más sinceros comienzan a florecer. Esto se conoce como nictofilia, cuando sentimos que nuestra vida y hasta nuestra razón de ser, le va mejor en el ambiente nocturno.
¿Qué es la nictofilia?
La nictofilia no es otra cosa que disfrutar de la noche un poco más que del resto del día. Si eres de esas personas que se les dificulta despertar en las mañanas y conciliar el sueño a altas horas de la noche, mientras se te dan mejor las actividades vespertinas, no tienes que sentirte culpable, es más normal de lo que parece.
Se conoce que alrededor del 25% de las personas son vespertinas, mientras que el otro 25% prefieren las mañanas. Por otra parte, el 50% restante son aquellos afortunados que son igualmente productivos al amanecer y al atardecer, según explica la psicóloga Cristina Roda Rivera.
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Personas que aman la noche
Para muchos amantes a la nictofilia la noche representa el mejor momento para ser creativos, lo que impulsa las actividades artísticas que no se dan tan bien durante el día, por eso es común dedicar parte del tiempo a leer, componer, pintar o cualquier otra acción que de alguna manera se conecte con nuestro lado más artístico.
Mientras que durante el día, cualquier actividad creativa resulta mucho más difícil de realizar. Incluso, llegan a sentirse aletargados o con falta de energía, lo que claramente puede representar un problema para muchos, ya que socialmente estamos acostumbrados a que los trabajos sean diurnos.
Posibles causas
- Ritmo circadiano: este se encarga de regular los estados de sueño y vigilia en cada persona, mediante hormonas y cambios en la actividad de nuestro organismo. La nictofilia podría estar relacionada a un patrón alterado en este sentido, del cual todavía se desconocen las causas.
- Factores psicológicos: la nictofilia podría relacionarse a la forma de ser. Algunas personas introvertidas llegan a sentirse sobreestimuladas durante las horas del día, por lo tanto se sienten mejor en la noche.
- Hábitos alterados: tener hábitos poco estructurados como no plantearse una hora para dormir, o tener que levantarse temprano para ir a trabajar, aunque pasemos la mitad de la noche despiertos, es una forma de alterar nuestra naturaleza.
Aunque sería ideal que desde pequeños pudiéramos adaptarnos a nuestro reloj biológico y no a la sociedad, es importante que la nictofilia no afecte nuestras actividades cotidianas. Por eso es importante dormir lo suficiente, sin importar la hora que decidamos hacerlo y aprovechar nuestro amor por la noche para dedicarle tiempo a esas actividades que tanto nos inspiran, sin dejar a un lado las responsabilidades diarias.
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