Si has estado tocando tu barbilla y de repente has percibido uno o varios pelitos en tu mentón o has notado un aumento en el número o grosor de tus vellos faciales, quizás te estés preguntando qué pasa en tu cuerpo.
El vello corporal es la normalidad para la mayor parte de los humanos, aunque en las mujeres, por procesos hormonales, tiene la tendencia a ser más escaso que en los hombres. De acuerdo a especialistas, los cambios hormonales producto de la menopausia, la adolescencia, el embarazo y los desajustes son los más frecuentes culpables de la aparición de vello facial en las mujeres.
Explicaron que durante la menopausia se produce una caída en la producción de estrógeno, mientras que los niveles de testosterona se mantienen iguales. Es la testosterona la que puede producir el crecimiento de vello en la barbilla, el labio superior e incluso en el cuello.
Síntoma de algo más serio
El estrés también puede causar que tus niveles de testosterona sean fluctuantes y se produzca un brote indeseado de vello facial.
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En el caso de mujeres jóvenes, los vellos faciales pueden ser síntoma del síndrome de ovarios poliquísticos, que requiere medicación y atención médica. Este síndrome viene acompañado de otros síntomas, como aumento de peso, ciclos menstruales irregulares y acné excesivo.
Si descubres la causa de la aparición del vello, el médico puede darte el tratamiento adecuado. Para remover el vello indeseado puedes recurrir a cualquiera de las técnicas tradicionales, desde pinzas, pasando por cremas depilatorias, hasta depilación con láser.
Lo que los dermatólogos no recomiendan es rasurar el vello facial en las mujeres porque en esa zona la piel es muy delicada y es más propensa a la inflamación de los folículos y al acné.
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