Si conoces a Samuel L. Jackson sabes que él dice groserías… Muchas groserías. Lo que quizás no sabes es que detrás de esa forma de hablar tan profana hay una razón médica.
El actor que ha trabajado en todo, desde ‘Pulp Fiction’ hasta ‘Avengers’, ha convertido las palabras fuertes en su marca personal, pero mucho antes de ser esa celebridad mundialmente conocida, Samuel era un niño tartamudo.
En entrevista con Vanity Fair, el actor explicó que su tartamudez era tan severa que hizo que fuera acosado en la escuela, y esto lo afectó tanto que decidió dejar de hablar en el colegio durante un año.
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Finalmente, un día descubrió que las groserías lo ayudaban a hablar fluido y entonces nació un ícono. “Tartamudeé durante mucho tiempo, y realmente me ayudó a detenerme. La palabra me dio algo en qué concentrarme y liberó la presión, y realmente me ayudó a sacar el resto de la oración”, explicó en la entrevista, aunque desconoce por qué fueron las groserías y no otras palabras las que lo ayudaron con su problema.
Es un problema común
La tartamudez afecta a 3 millones de personas solo en Estados Unidos, de acuerdo al Instituto Nacional de Sordera y Otros desórdenes de la Comunicación. Afecta generalmente a niños que están desarrollando sus habilidades comunicativas, pero puede extenderse a toda la vida. Entre el 5 y el 10% de los niños experimentará tartamudez en algún momento.
El 75% de los niños la supera, mientras que el 25% continuará teniendo este desorden de la comunicación por muchos años o toda la vida.
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Con respecto a la palabra que logró sacar a Samuel L. Jackson de su tartamudez, él mismo dijo: “A veces no hay mejor palabra que ‘motherf****r’ para describir a alguien o una situación. Es una palabra que lo abarca todo, así que gritarlo es la forma en que lo dices, y se siente bien “.
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