Jess Browne es el nombre de la madre argentina que perdió a sus padres y a su hijo en el transcurso de un año, con el agravante de que su hijo se suicidó y no pudo despedirlo, debido a que él estaba en Argentina y ella en Londres, y las fronteras fueron cerradas por el coronavirus.
En un artículo publicado por Infobae, la madre relata cómo la dolorosa pérdida de su hijo mayor y de sus padres la dejó rota, pero a la vez le dio fuerzas para compartir su situación y ayudar a muchas otras personas a través de las redes sociales que están pasando por un duelo.
Ella perdió a su madre a causa de una neumonía en julio de 2019, su hijo se suicidó en abril de 2020 y su padre murió poco después.
Tantas pérdidas significativas en tan poco tiempo fueron un duro golpe. Por las restricciones de viaje impuestas por la pandemia, apenas pudo ir al cementerio a ver la tumba de su hijo y de su padre en noviembre de 2020.
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Señala que el mayor desafío es aprender a aceptar los hechos, las decisiones de quienes deciden acabar con su vida, y aprender también a rescatar y disfrutar los momentos positivos después de la desgracia, como compartir con los hijos y la familia que queda.
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Esta madre argentina ya tenía un blog personal que le permitió conectarse con muchos otros padres que atravesaban situaciones similares o que necesitaban compartir experiencias sobre la crianza de los hijos; después de la muerte de su hijo, su cuenta con miles de seguidores fue un medio para aprender a llevar sus duelos.
Asegura que su hijo no dio señales de lo que iba a hacer, aunque lo había planificado muy bien. En sus publicaciones, intenta sacar un aprendizaje y acompañar a otros que han perdido a sus seres queridos.
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“¿Cuanta gente hay hoy en el mundo sintiéndose sola, incapacitada para demostrar amor por máscaras, reglamentaciones y distancia social?”, dice Jess en uno de sus posts. “Todos podemos hacer algo desde el lugar chiquito en el que este virus nos puso. Amor. Nachi era amor y siempre decía que teníamos que mirarnos más. Y gracias a mis letras y a lo que comparto, hay gente que lo tiene presente y aprende a quererlo”. Termina todas sus publicaciones con una frase de una canción que se ha vuelto un mantra: “Que el amor nos oriente”.
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