Las autoridades de los Emiratos Árabes (EAU) han venido realizando un particular experimento al sembrar nubes en varios puntos del país con el objetivo de crear una lluvia artificial, que permita enfrenta las fuertes temperaturas que se han registrado en medio de la sequía.
La iniciativa también ha servido para enfrentar la escasez de agua para el consumo y la agricultura y se viene implementado a través de unos drones que liberan unos compuestos que fomentan la formación de nubes y que interactúan con unas descargas eléctricas.
El proyecto ha tenido buenos resultados para enfrentar la sequía y las temperaturas que han oscilado entre los 44 y 48 grados centígrados.
Sin embargo, algunos creen que “se les fue la mano” debido a que se han registrado fuertes precipitaciones en zonas como Dubái que han provocado inundaciones y han alterado la movilidad.
Además, estas lluvias artificiales se han unido a las fuertes tormentas de viento y polvo causando graves problemas en las zonas cercanas al desierto.
“Los Emiratos Árabes Unidos es uno de los primeros países de la región del Golfo Arábigo que ha utilizado la tecnología de siembra de nubes, que adoptó las últimas tecnologías disponibles a nivel mundial, utilizando sofisticados radares meteorológicos para monitorear la atmósfera del país durante todo el día”, indicó el Centro Nacional de Meteorología de los EAU.
En ese sentido, la iniciativa contempla el uso de unos drones que liberan unas descargas eléctricas que junto a unas sustancias como el yoduro de plata estimulan la formación de cristales de hielo y terminan provocando precitaciones sobre una zona determinada.
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El Desert Research Institute (DRI) en EE.UU. ha explicado que la siembra de nubes es una técnica que permite mejorar la capacidad de las nubes para producir lluvia o nieve fomentando la condensación artificial en la atmósfera.
“Las nubes están formadas por pequeñas gotas de agua o cristales de hielo que se forman cuando el vapor de agua en la atmósfera se enfría y se condensa alrededor de una partícula de polvo o sal. Sin estas partículas, conocidas como núcleos de condensación, no se pueden formar gotas de lluvia o copos de nieve y no se producirán precipitaciones”, indicó el DRI.
Aunque el proyecto experimental ha tenido éxito a la hora de generar lluvia, algunos sectores han cuestionado si este tipo de estrategias se podrían salir de control o generarían una afectación ambiental al usar unos compuestos químicos.
“El yoduro de plata existe naturalmente en el medio ambiente en bajas concentraciones y no se sabe que sea dañino para los seres humanos o la vida silvestre”, explicó el DRI.
Por su parte, algunos sectores han visto estos experimentos con gran expectativa teniendo en cuenta que grandes zonas del mundo tienen que enfrentar la escasez de agua debido a las fuertes sequías, por lo que esta siembra de nubes podría ser una gran alternativa para ayudar a estas comunidades.
Esta no es la primera vez que se realizan estos experimentos para provocar la formación de lluvias artificiales en el mundo ya que países como China, India y Estados Unidos han realizado sus propios proyectos para sembrar nubes.
Finalmente, los científicos esperan seguir realizando pruebas de este tipo de métodos para determinar los riesgos y mejorar las técnicas de siembra de nubes con el objetivo de avanzar en programas masivos de lluvia artificial para implementarlos en zonas en donde se requieran.
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