Más que un dentista Paulo Banavides es un ángel para estos tiernos niños con síndrome de Down a quienes les logra sacar las mejores sonrisas en cada una de sus consultas, y por eso, ellos lo han bautizado como ‘Tío Paulo’.
Pero, ¿qué hace tan especial las consultas de ‘Tío Paulo’? Pues en su chequeo odontológico habitual, este dentista adapta su enfoque a las necesidades y capacidades de cada uno de sus pacientes con técnicas teatrales, shows de magia, canto, baile y juegos.
Es justo esto lo que hace que la experiencia de ir al odontólogo sea de otro nivel y llena de emoción para estos pequeños.
Con su forma creativa de atender las consultas, Paulo cambia la percepción de lo que es una típica cita odontológica por momentos llenos de amor y alegría, haciendo que la tensión y los nervios se disipen por completo.
Además, con este método de trabajo, el dentista busca no solo hace que los niños con síndrome de Down se sientan más tranquilos, sino también que se sientan seguros y consentidos, pero la retribución es aún mayor: se ha ganado sus corazones.
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Un ambiente mágico: así son las consultas de ‘Tío Paulo’
Entrar a la consulta de ‘Tío Paulo’ no es ingresar al común ambiente clínico y aséptico, todo lo contrario, los niños vienen preparados para ser recibidos con una sonrisa cálida para adentrarse a un mundo de juegos y mucha diversión.
De esa forma comienza la emoción: Paulo monta todo un escenario que va desde la bata médica que le pone a los pequeños, hasta juguetes y utensilios que son parte de su show, haciendo que sus pacientes se olviden rápidamente de cualquier temor que pudieran tener.
La atención de los niños pasa a ser toda suya cuando inicia sus hábiles trucos y juegos de manos, con los que logra que todo el proceso sea divertido. Pero esto no lo hace solo, su dinámica de juegos se contagia y es totalmente participativa, lo que hace que los menores se involucran en todo momento.
El trabajo de este dentista es simplemente admirable. Su compromiso y vocación no está solo enfocado en la salud dental de estos angelitos con síndrome de Down, sino con su bienestar general. ¿Y el resultado de todo esto? Niños con caras de alegrías y las más dulces sonrisas.
¡Y cómo no! Su labor ha sido ampliamente aplaudida en las redes sociales donde ha recibido miles de comentarios elogiando su iniciativa, labor, profesionalismo y nobleza.
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