El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva quedó en libertad luego de que un juez autorizara un recurso presentado por sus abogados, basado en una reciente sentencia proferida por la Corte Suprema sobre los procesos condenatorios en el país.
El exmandatario salió del centro carcelario de la ciudad de Curitiba en donde llevaba recluido un año y siete meses, tras su condena de más de ocho años por los delitos de corrupción y lavado de dinero por el denominado escándalo de Lava Jato.
“Necesitaba resistir para luchar contra el lado podrido del Estado, de la Policía Federal, del Ministerio Público, de la Justicia. Trabajaron para criminalizar a la izquierda, a Lula y al Partido de los Trabajadores”, indicó Lula, a una multitud de seguidores al salir del centro penitenciario.
La excarcelación del exmandatario se dio luego de que la Corte Suprema de Justicia de ese país determinara en un fallo que una persona solo podrá ir a la cárcel una vez estuvieran agotadas todas sus apelaciones ante las instancias correspondientes.
En ese sentido, la defensa presentó un recurso ante un juez con base en esta sentencia, argumentando que Lula Da Silva había sido condenado en segunda instancia y por ende no se habían agotado todas las apelaciones ante la justicia.
El juez Danilo Pereira, de la 12 Sala Criminal de la ciudad de Curitiba, analizó la solicitud presentada por los abogados y autorizó la libertad del mandatario, quien llevaba 580 días en la cárcel.
La sentencia de la Corte Suprema de Justicia ha generado una gran controversia en Brasil debido a que, según algunos sectores, le abriría la puerta a la libertad a casi 5.000 presos que siguen apelando sus sentencias condenatorias.
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La condena del exmandatario
El expresidente fue condenado a ocho años y diez meses por corrupción, luego de haber sido acusado de recibir como soborno un apartamento de playa de la constructora OAS, a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.
La sentencia contra el mandatario fue confirmada luego en una tercera instancia, pero aún le resta una apelación ante la Corte Suprema, sobre la cual el alto tribunal todavía no se ha pronunciado.
En ese sentido, la Corte estableció que el encarcelamiento de un ciudadano solo podrá ordenarse cuando se hayan agotado todos los recursos posibles y no en un proceso de segunda instancia, con el objetivo de que la culpabilidad esté plenamente determinada.
De esta forma, la reciente sentencia de la Corte sobre la jurisprudencia condenatoria en Brasil favoreció al expresidente Lula y le abrió un camino jurídico para que recobrara su libertad.
El exmandatario está involucrado en la operación de Lava Jato, una los casos de corrupción más polémicos de la historia de Brasil y que tiene a cientos de funcionarios y políticos condenados e investigados por delitos de corrupción y lavado de dinero, entre otros.
Finalmente, el líder izquierdista regresa a la libertad pero seguirá vinculado a los procesos que adelanta la justicia en su contra sobre el denominado caso de Lava Jato.
