La investigación que abrió Portugal luego de que la administración de Nicolás Maduro acusara a la aerolínea TAP de permitir que el tío del presidente encargado, Juan Guaidó, viajara con supuestos explosivos a bordo de un avión, demostró que no se cometió ninguna irregularidad.
“No hubo ninguna violación de las normas de seguridad, tanto en el aeropuerto de Lisboa por parte de las autoridades aeroportuarias, como por parte de la compañía aérea TAP”, enfatizó Eduardo Cabrita, ministro portugués de Interior, en unas declaraciones a la cadena pública RTP.
El pasado 22 de enero, Guaidó llegó a Caracas en un vuelo de la empresa portuguesa luego de cumplir una gira por Estados Unidos, Canadá y países europeos.
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Tras el arribo, Juan José Márquez, familiar, fue detenido acusado de transportar en la aeronave explosivos C-4; posteriormente, el chavismo acusó a TAP de permitir que Guaidó volara con una identificación falsa.
El hecho provocó que suspendiera por tres meses las operaciones de la línea aérea en el país caribeño.
El número dos del chavismo, Diosdado Cabello acusó a TAP de haber violado las “normas internacionales” y exigió una averiguación de las partes.
Por su parte, Lisboa consideró que la suspensión era “inadmisible” y un gesto “poco amistoso”. TAP, que realiza dos vuelos semanales a Caracas, indicó que había respetado todas las medidas de seguridad.
Según la aerolínea, la suspensión podría costarle cerca de 10 millones de euros.
