al terminar el recorrido tus piernas lucen con decenas de picaduras y no puedes hacer nada para evitar rascarte.
Lo más insólito del caso es que probablemente tú hayas sido el único afectado por los mosquitos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Es real que existen personas con la ‘sangre dulce’ para las picaduras o tal vez es tu grupo sanguíneo el que determine esto?
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De acuerdo a los especialistas existen varias razones que determinan qué es lo que atrae a los insectos de un ser humano en particular. El olor, sudor y color de piel, el estado de salud de una persona, su edad, el dióxido de carbono que emite y hasta el calor corporal, pueden influir en las picaduras.
1 – Dióxido de carbono: los mosquitos suelen ‘cazar’ a sus víctimas de acuerdo a la concentración de dióxido de carbono en la sangre (este gas no tiene olor ni color). Se estima que las personas con sobrepeso, fumadoras, que no se ejercitan o que tienen algún tipo de enfermedad respiratoria crónica tienen mayor concentración de CO2.
2 – Piel y sangre: de acuerdo a un estudio adelantado en Japón, los mosquitos son más propensos a picar a personas del grupo sanguíneo 0 mientras que las de tipo A y B, se pueden salvar de sus picaduras. Además, las mujeres pueden convertirse en una ‘presa predilecta’ por tener una piel más delgada que les permite picar y obtener sangre fácilmente.
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3 – Ácido láctico: este compuesto químico se libera cuando el organismo descompone carbohidratos para utilizarlos como energía, por lo que es usual que aparezca durante el ejercicio intenso. El ácido atrae con mayor facilidad a los mosquitos y quienes realizan ejercicio físico intenso, son los preferidos por estos insectos.
4 – El color de ropa que uses: lo creas o no, hay algunos colores que convierten a las personas en ‘blancos perfectos’ para los mosquitos. Los tonos llamativos, asociados con el amarillo y que ‘imitan’ la luz, atraen a los zancudos.
Si cumples con algunas de estas características y estos pequeños insectos se vuelven insoportables para ti, hay algunos consejos que puedes seguir. Utiliza repelentes cutáneos sintéticos y aplícalos en el cuello y las muñecas (donde los latidos son más fuertes), usa velas de citronela o mezclas de fragancias que incluyan menta, eucalipto o clavo de olor, y evita usar celulares o portátiles al aire libre, para no atraer mosquitos con la luz que emiten.
