Las mujeres embarazadas experimentan un sinfín de cambios, no solo en la composición química de su organismo, los cuales pueden provocar un cambio de olor corporal; sino que también tienen cambios importantes físicos debido a la cantidad de sustancias que se fabrican durante este período. Foto: Pexels
Los perros tienen un sentido del olfato sumamente desarrollado. Tienen unos 300 millones de receptores sensoriales en el hocico, mientras que la nariz de los humanos apenas llega a los cerca de 6 millones. De allí la idea de que los perros tienen la capacidad de olfatear olores a niveles muy bajos y detectar los cambios químicos que produce el cuerpo humano durante ciertas enfermedades o, incluso, en el embarazo de una mujer.
La capacidad olfativa e intuitiva de los perros lleva a estos animales a responder a los cambios físicos y químicos que puede tener el ser humano. Aunque no hay muchas investigaciones sobre la posibilidad de que los canes detecten y olfateen los embarazos como tal, sí hay estudios que evidencian cómo los procesos hormonales pueden influir en el comportamiento de los perros.
En ese sentido, se cree que los perros pueden identificar a la perfección si su amo está adolorido, triste, cansado o contento. La actitud, los movimientos corporales y los sonidos que emitimos son una amplia variedad de señales para un perro.
“Nuestros perros son muy buenos observadores. (…) Tienen un gran sentido del olfato, así que no es de extrañar que detecten algo distinto cuando una mujer está embarazada”, aseguró para un medio local Mary R. Burch, experta en conducta animal del American Kennel Club
Las mujeres embarazadas experimentan un sinfín de cambios, no solo en la composición química de su organismo, los cuales pueden provocar un cambio de olor corporal; sino que también tienen cambios importantes físicos debido a la cantidad de sustancias que se fabrican durante este período.
“Se puede ver alterado el equilibrio del pH. Además del cambio de olor corporal, las mujeres que sufren náuseas matutinas quizás pierdan el apetito y desarrollen cetosis, una causa de mal aliento”, explicó Mary R. Burch.
No en vano, varios mamíferos son capaces de distinguir los cambios hormonales de los animales que los rodean, gracias a la variación de secreciones corporales que se producen. En el caso de los perros, estos son capaces de oler algunas sustancias en el sudor, que le indican que algún cambio ha ocurrido.
“Los perros poseen un sentido del olfato muy desarrollado. (…) Creemos que los perros pueden detectar variaciones pequeñas en nuestro perfil olfativo, incluyendo las que producen los cambios hormonales o metabólicos relativos al embarazo, aunque, incluso, pueden detectar lo que hemos comido en el día”, indicó Silvia de la Vega, experta en etología clínica veterinaria y una de las autoras de Etología Veterinaria, una publicación dedicada al comportamiento de las mascotas.
Asimismo, de la Vega advierte que los perros están en la capacidad de percibir los cambios de comportamiento rutinarios de los dueños.
“Las citas médicas o bajas laborales; la forma de moverse de la dueña, en sus costumbres diarias; su estado emocional y cómo se comporta, la disposición del entorno… pocas cosas permanecen inalteradas, de hecho. Las mascotas perciben fácilmente los cambios en su entorno y su rutina, no sólo en el caso del embarazo”, explicó de la Vega.
Es tal el poder del olfato de un perro, que por eso son adiestrados para detectar drogas y explosivos. Además, también hay investigaciones demuestran que son capaces de detectar problemas de salud como cáncer, migrañas y ataques epilépticos.
Asimismo, hay algunas mujeres que han señalado que sus perros han logrado oír el latido del feto. Aunque no hay muchos estudios al respecto, muchas embarazadas han dado su versión sobre el tema.
Desde protección hasta estrés, los cambios durante el embarazo de una mujer pueden influir en la conducta de su perro.
Hay casos en los que los perros se vuelven más protectores o cuidadosos cuando su dueña está embarazada. Sin embargo, también puede ocurrir que los animales se alejen o eviten a la mujer.
“Cuando las mujeres quedan embarazadas, los perros pueden dormir sin perderle la vista a su dueña. Se pueden volver protectores y vigilantes al punto de ponerse siempre al frente cuando se acerca un desconocido. También, el embarazo de la dueña puede hacer que el perro se vuelva más sensible o que intente llamar más la atención”, aseguró de la Vega.
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