Los beneficios de comer patas de pollo son muy variados y aunque a menudo se consideran un producto de desecho, la realidad es que en varios lugares del mundo como México, Asia, Sudáfrica, Jamaica y Trinidad, forman parte de algunos de sus platos más populares. Es por eso, que si todavía tienes alguna duda sobre cómo puedes aprovechar este alimento considerado una fuente de colágeno, aquí te explicamos lo que necesitas saber.
Las patas de pollo están compuestas principalmente por tejido conectivo, es decir: piel, cartílago, tendones y huesos. Estos destacan por tener un gran contenido nutritivo capaz de aportar vitaminas y minerales esenciales para el organismo, de acuerdo a Health Line, una porción de patas de pollo o el equivalente a 70 gramos, es capaz de proporcionar.
Un aproximado equivalente al 70% de su contenido total es solamente colágeno, una proteína conocida por su función para dar fuerza y resistencia a la piel, tendones, músculos, huesos y ligamentos. De igual manera, se consideran fuente de ácido fólico (vitamina B9), la cual ayuda en el síntesis del ADN y previene anomalías congénitas en el embarazo.
Aunque tienen una cantidad de grasa considerable en la piel, esta generalmente se retina al momento de cocinar. Sin embargo, muchos optan por freírlas o servirlas en salsa, aumentando significativamente los carbohidratos, grasas y calorías.
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Como ya se mencionó el colágeno es un nutriente que favorece la apariencia de la piel, proporcionando hidratación, aspereza, elasticidad y densidad. Lo que también influye en los procesos de cicatrización de heridas y el envejecimiento, incluso el provocado por la irradiación de rayos ultravioletas que causan quemaduras solares.
El colágeno estimula la regeneración natural de los tejidos, reduciendo los síntomas de enfermedades como osteoartritis, la cual desgasta o rompe el cartílago, provocando que los huesos se froten entre sí y ocasionen dolor, hinchazón e incluso dificultad para moverse.
De acuerdo a algunas investigaciones, consumir una dosis de colágeno derivado del cartílago de pollo, es capaz de reducir considerablemente el dolor, rigidez y disfunción física de la osteoartritis de rodilla.
Consumir colágeno, incluso el que proviene de las patas de pollo, es capaz de mejorar la formación y densidad ósea en mujeres posmenopáusicas. Los expertos consideran que el colágeno ayuda a mejorar estos efectos por ser un componente importante de la masa ósea.
Otras investigaciones realizadas en animales, determinó que las proteínas de las patas de pollo, pueden beneficiar el control de los niveles de azúcar en la sangre al estimular el péptido 1, similar al glucagón (GLP-1), una hormona que se encarga de activar la producción de insulina. Aunque todavía se necesitas realizar algunas investigaciones en seres humanos para confirmar sus resultados.
El colágeno se encuentra presente en las arterias y venas, junto con la elastina. Es por eso que anteriormente algunos estudios, la consideran una buena opción para proporcionar de forma natural tanto elastina como colágeno, y así prevenir enfermedades cardiacas.
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