Hallan evidencias humanas de hace 30.000 años en la cueva Chiquihuite, México

Un estudio publicado recientemente por la Universidad Autónoma de Zacatecas reveló que el continente americano tuvo presencia humana que data de hace 30.000 años. Es decir, 15.000 años antes de lo que se creía sobre la llegada de los primeros habitantes humanos a las Américas.

Según el artículo publicado en la revista Nature y liderado por la Universidad Autónoma de Zacatecas, a través de excavaciones en la Cueva Chiquihuite, México, a más de 2.750 metros sobre el nivel del mar, se pudieron hallar cerca de 2.000 herramientas de piedra, que evidencian la presencia humana existente desde hace 30.000 años.

Los resultados son un nuevo cuestionamiento a la teoría de que los Clovis fueron los primeros habitantes humanos de las Américas hace 15.000 años.

En un nivel profundo de la excavación, también descubrieron evidencia del abeto Douglas, un árbol que ya no es nativo de México, así como un pedazo de piedra que los investigadores creen que es una cuchilla hecha por seres humanos.

“Durante décadas, la gente ha debatido apasionadamente cuándo entraron los primeros humanos a las Américas. La cueva de Chiquihuite creará mucho más debate, ya que es el primer sitio que data de la llegada de personas al continente hace unos 30,000 años, 15,000 años antes de lo que se pensaba. Estos primeros visitantes no ocuparon la cueva continuamente, creemos que la gente pasó parte del año allí utilizándola como refugio de invierno o verano, o como base para cazar durante la migración. Este podría ser el hotel más antiguo de América”, detalla el estudio.

El equipo excavó una sección de tres metros de profundidad y encontró unos 2.000 artefactos de piedra y pequeños fragmentos de herramientas conocidos como escamas. Los diseños de estos muestran formas muy anchas y largas, algo que han considerado como un trabajo poco usual.

Gracias a dos técnicas científicas, los investigadores lograron determinar la antigüedad de restos microscópicos de huesos, carbón y sedimentos asociados a las piedras en los que se conservaron polen y fitolitos. Una de ellas fue por radiocarbono, mientras que la otra fue gracias a la utilización de luminiscencia ópticamente estimulada, es decir, midiendo la última vez que los sedimentos fueron expuestos a la luz.

“Identificamos el ADN de una amplia gama de animales, incluidos osos negros, roedores, murciélagos, ratones de campo e incluso ratas canguro. Creemos que estas primeras personas probablemente habrían regresado durante unos meses al año para explotar los recursos naturales recurrentes disponibles para ellos y luego seguir adelante”, dijo el dr. Mikkel Winther Pedersen, genetista de la Universidad de Copenhague y uno de los principales autores del estudio.

Para hacer el estudio, el arqueólogo Ciprian Ardelean, investigador principal del estudio, llegó en 2010 a la cueva Chiquihuite tras años de recorrer a pie kilómetros de sierra en la región de Concepción del Oro en busca de evidencias humanas. Los investigadores vivieron en la cueva para poder realizar las excavaciones y estudiar a fondo el lugar.

El sitio de la Cueva Chiquihuite es de muy difícil acceso. Por esta razón, los expertos concluyen que habría sido un buen punto de vista para que las primeras personas se defendieran, ya que podrían mirar millas sobre el valle sin ser vistos.

La cueva está ubicada en un área de México que ahora está controlada por carteles de drogas. Precisamente, los académicos fueron escoltados por la policía armada hasta la base de la montaña antes de subir a pie a la cueva.  

“No sabemos quiénes eran, de dónde venían ni a dónde iban. Son un enigma completo. Hemos demostrado que la fecha de presencia humana que se había mantenido anteriormente no es la más antigua para poblar las Américas, es la fecha de explosión de la población de las Américas”, concluyó el dr. Ardelean.

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