“Los profesionales de la salud en Venezuela estamos trabajando como soldados que mandan a la guerra con chalecos antibalas de cartón”

La situación de la pandemia del COVID-19 en Venezuela es alarmante. Los profesionales de la salud están totalmente desprotegidos. Las últimas informaciones indican que más de 100 trabajadores de la salud han perdido la vida a causa del virus.

La encuesta nacional Impacto COVID-19, levantada por la Comisión de Expertos de la Salud, reportó el 22 de marzo que 6,2% del personal de sector ha dado positivo al COVID-19.

José Manuel Olivares, Comisionado Especial en materia de Salud por el gobierno interino, destacó que la cifra total de fallecidos en Venezuela por el coronavirus asciende hasta 561, lo que significa que el 14,2% de esas muertes corresponden a personal sanitario.

Ana Rosario Contreras, Presidenta del Colegio de Enfermeras de Caracas, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

“Los profesionales que estamos en la primera línea de combate contra el virus, tenemos un 10% de riesgo de contagio teniendo todos los implementos de seguridad que indica la Organización Mundial de la Salud. Hoy, el sector de salud venezolano, tiene un alto riesgo de contagio. Es tan alto que podemos decir que 95 trabajadores del sector salud han fallecido con criterios sugestivos de COVID-19. Eso nos coloca en el primer país de la región con la tasa de mortalidad más alta entre los profesionales de la salud.  Además de esta lamentable cifra, tenemos un gran número de profesionales de la salud contagiados, debido a la ausencia de los equipos de protección y de bioseguridad”, afirmó Contreras.

Nicolás Maduro y su grupo se ufanan  que Venezuela es uno de los países menos afectados por la pandemia, porque ofrecen unas cifras que reflejan una cantidad de infectados y fallecidos menor a la de otros países. Sin embargo, se devela que es el país con más profesionales de la salud fallecidos.

“Para incluir a un venezolano fallecido en la lista de decesos del COVID-19, la persona se debió haber hecho la prueba PCR. Lamentablemente, en este momento carecemos de un número suficiente de estas pruebas y debemos manejarlo desde el punto de vista de criterios sugestivos de COVID-19. Solamente tres instituciones realizan las pruebas en Venezuela”, agregó la especialista.

“Comparto la indignación de todos los que hoy estamos exponiendo nuestras vidas. Prácticamente nos estamos inmolando, porque cuando tenemos que atender este virus altamente agresivo y sentir que el responsable del estado venezolano no nos tome en cuenta, pero sí ha reconocido a médicos que provienen de otros países, eso es indignante. Sin embargo, eso no ha aplacado nuestra voluntad. Estamos convencidos que el pueblo venezolano no merece quedarse solo”, expuso Contreras.

Ante esta situación, llegó otro contingente de médicos cubanos, quienes son los que están al frente de sitios de hacinamiento, donde están los eventuales pacientes sometidos a un régimen militar.

“Se descuidó un sistema de hospitales que ha dado respuesta y se privilegió Barrio Adentro. Puedo decir que los que están en la primera línea de batalla contra el virus, exponiendo su vida, no son los médicos cubanos, sino enfermeros y médicos venezolanos que creemos y sentimos que cada vez que le podemos arrebatar la vida de un venezolano al virus, logramos un objetivo. Hay un rumor de que esos médicos cubanos están ganando en dólares, mientras que los venezolanos nos conformamos con seis dólares mensuales. Esto nos coloca en la pobreza extrema y ni siquiera podemos adquirir un protector para poder ir a nuestros trabajos. Los profesionales de la salud en Venezuela estamos trabajando como soldados que mandan a la guerra con chalecos antibalas de cartón”, enfatizó la especialista.