“Más del 70% de las personas que fueron contaminadas por el nuevo coronavirus en China ya se han curado”. La sentencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se realizó este lunes tras asegurar que el gigante asiático “está controlando la epidemia”.
Los nuevos casos de contagio del coronavirus en China sumaron ocho positivos en las últimas 24 horas en comparación con los 15 contabilizados en la jornada anterior del jueves.
La Comisión Nacional de Salud del país asiático ha reportado la muerte de 3.176, mientras que el número de infectados detectados hasta ahora alcanza las 80.813 personas.
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Según los datos oficiales, 64.111 pacientes han sido dados de alta desde que comenzó la epidemia, y se ha realizado seguimiento médico a más de 678.088 personas que han estado en contacto cercano con los infectados, de las cuales 12.161 siguen bajo observación.
La emergencia y alerta para la nación asiática es “protegerse de los casos importados”.
Paradójicamente la enfermedad deja su país de origen, mientras se expande por Europa, Irán y Estados Unidos.
El médico venezolano en España, analizó el trabajo que se efectuó en el gigante asiático, Guillermo Acevedo, y las estrategias implementadas para afrontar el virus.
Concluye que los esfuerzos no van encaminados a “retener la expansión del virus”, porque es imposible, en vista del alto contagio”.
“Mucha gente va esparciendo el virus y cuando presenta síntomas ya contagió a quienes están a su alrededor”.
Acevedo apunta al punto clave del asunto: reforzar el sistema de salud y sanitario, “frenar la velocidad tasa de transmisión para que la población se enferme poco a poco y no saturar”.
Por ello recomienda, el lavado de manos, evitar contacto de saludo con otras personas, evitar tocar superficies, usar gel y toallitas húmedas en transportes masivos.
En febrero, al conocer la presencia del virus, el gobierno decidió la cuarentena para más de 750 millones de personas.
Desde 23 de enero, Wuhan, la capital de Hubei, estuvo en cuarentena, así como otras ciudades de los alrededores. Posteriormente, el cierre se extendió a unas 200.000 comunidades rurales, en las que se establecerá un único punto de entrada y salida bajo vigilancia.
La construcción de hospitales de campaña en muy corto tiempo fue otra de las estrategias aplicadas. Centros que, por cierto, ya se están desmontando al descender los casos.
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En Wuhan paralizaron toda la actividad comercial, todas las empresas enviaron al personal a su casa y al uso obligatorio de mascarillas.
La Oficina General del Consejo de Estado, la Comisión Nacional de Salud y las Corporaciones del Grupo de Tecnología Electrónica de China crearon la aplicación que detecta los casos cercanos.
Es capaz de decir si tienes riesgo de contraer el virus. Los ciudadanos podrán obtener un código de salud; el verde: sin contacto con personas contagiadas y que vivan en zonas consideradas de riesgo medio o bajo podrán viajar en la provincia.
El código rojo representa el de los casos confirmados o sospechosos, mientras que el amarillo significa contacto con un caso confirmado.
Los usuarios escanean un código QR usando aplicaciones como Alipay, WeChat o QQ, ingresan su nombre y un número de identificación.
Los datos médicos hasta ahora indican que la tasa de mortalidad del virus es aproximadamente del 2%, que es más alto que el de la influenza común (0,1%,), pero menor que otros que se han propagado en los últimos años, como el SARS (9,6%) o el MERS (35%).
Esto incluye las compras nerviosas o desesperadas por parte de los ciudadanos y que, regulamente, se trata de productos que no son necesarios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que esta situación podría llevar a la escasez de insumos como mascarillas, geles antibacteriales o vitamina C, que si son de vital importancia para la lucha contra la pandemia.
En Japón, por ejemplo, la compañía de electrodomésticos Sharp tuvo que comenzar a utilizar sus fábricas para producir mascarillas, ante la amplia demanda del mercado.
Una de las primeras medidas que tomó China fue compartir la información médica disponible con la comunidad internacional.
La decisión ayudó al trabajo de otros investigadores para estudiar mejor el comportamiento del covid-19, y facilitar el trabajo de farmacéuticas y centros de investigación para probar nuevas vacunas.
La Organización Médica de la Salud resaltó el trabajo del gremio médico chino.
Más de 40.000 doctores, enfermeras y otros miembros del personal de salud de todo el país acudieron de forma voluntaria a la provincia afectada para apoyar a sus colegas locales en la contención del virus
Además, se garantizó el acceso gratuito a las pruebas y a la atención.
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