Control de armas: un debate que EE.UU. no ha podido enfrentar en medio de un lamentable historial

Estados Unidos enfrenta desde hace varias décadas una fuerte división sobre el uso de armas de fuego mientras las aterradoras cifras de violencia no dejan de crecer y dejar miles de víctimas.

El presidente Joe Biden lamentó que en los últimos 10 años se han registrado unos 900 tiroteos con armas de fuego en centros educativos del país, por lo que la muerte de al menos 19 niños y dos profesores en la escuela primaria Robb en la ciudad de Uvalde (Texas) volvió a abrir un fuerte debate sobre la regulación de armas.

Demócratas y republicanos se han enfrentado por años y no han logrado ponerse de acuerdo para brindarle una solución al país y fijar una regulación que frene estos actos violentos.

Mientras tanto las cifras salen a la luz y no dejan de crecer. Por ejemplo, en lo corrido de 2022 se estima que más de 17.000 personas han muerto con armas de fuego entre las que se encuentran casi 650 menores.

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La organización Everytown For Gun Safety explicó que en promedio 40.620 personas mueren al año (111 por día) por cuenta de hechos que involucran a las armas de fuego.

Pero más allá de estas cifras, muchos sectores creen que este problema radica en una cultura de armas que ha hecho parte de la historia de la sociedad estadounidense.

Precisamente, la Constitución de EE.UU. consagra en la Segunda Enmienda una corta frase que para muchos sería el origen de este problema: “Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”.

A partir de estas palabras muchos sectores se han dividido frente a la necesidad de regular el acceso y uso de estas armas o permitir que la población tenga plena garantía para portarlas.

Los incidentes y tiroteos se han vuelto cada vez más frecuentes en colegios y otros espacios públicos mientras se registran cifras alarmantes de víctimas y un incremento en la venta de pistolas y rifles en muchos estados en donde la legislación difiere de uno a otro.

Un informe de la cadena CNN reveló que Estados Unidos se ha convertido en el único país del mundo en donde hay más armas que civiles, pero las cifras son muy difíciles de calcular debido a la venta ilegal de estos dispositivos.

“Hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses, según la organización suiza Small Arms Survey (SAS). Ninguna otra nación tiene más armas civiles que personas”, reseña CNN en un informe.

De esta forma, el derecho a poseer un arma está garantizado en la Constitución y por eso la cantidad de pistolas, revólveres y rifles en las calles y viviendas se ha incrementado en los últimos años. Por ejemplo, en 2020 se impuso un récord al venderse 23 millones de armas de fuego.

Una parte de los demócratas han querido poner límites, fuertes requisitos y hasta prohibir el acceso de algunas armas a la población a través de nuevas leyes; mientras que los republicanos han sido más laxos y han defendido el derecho a que los ciudadanos puedan adquirir armas para defenderse.

Precisamente, el presidente Joe Biden hizo un fuerte llamado al Congreso para que regule las armas y pare el “lobby” armamentista en el país de algunas asociaciones y fabricantes.

“Como nación nos tenemos que preguntar cuándo en el nombre de Dios vamos a enfrentarnos a los grupos de presión a favor de las armas, cuándo en el nombre de Dios vamos a hacer lo que en el fondo sabemos que hay que hacer”, dijo Biden.

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El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, resaltó que el Congreso debe poner controles a las armas de fuego y culpó a los republicanos de bloquear cualquier iniciativa al respecto.

“Es la epidemia de armas en EE.UU. Ningún estadounidense está a salvo de ella y el pueblo está cansado de eso. Tenemos un gran problema, aquí en el Senado de EE.UU., que es simple: demasiados miembros de la otra bancada están desconectados del sufrimiento de los estadounidenses”, afirmó Schumer.

De acuerdo con el legislador, gran parte de los republicanos se han preocupado por complacer a la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), que históricamente los ha apoyado en campañas políticas, mientras las familias lloran a las víctimas de la violencia.

Desde las filas republicanas también hubo condenas por el tiroteo en Texas, pero sus principales líderes evitaron referirse al clamado debate por el control de las armas.

De esta forma, EE.UU. vive nuevamente el horror de la violencia por cuenta de las armas de fuego mientras el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significantemente la tenencia, la cual está garantizada en un polémico derecho anclado en la Constitución y cultura de este país.

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