Una colonia de unas 60 u 80 mil avispones asiáticos tienen la capacidad de decapitar a unas 60.000 avispas Apis mellifera. Foto: AFP
Naranjas, manzanas, peras, ciruelas, albaricoques y almendras, entre otros caducifolios, podrían dejar de estar presentes en la mesa los norteamericanos. Tras la llegada del avispón asiático, Vespa mandarinia, a Estados Unidos, el panorama pinta bastante negro para la industria frutera y para la humanidad misma.
Es un depredador. Aunque la gran mayoría de avispas los son, el avispón Vespa mandarinia es potencialmente peligroso. Su imponente tamaño, de unos 5 cm aproximadamente, y un aguijón que se estima puede medir hasta 5 milímetros, lo hacen un enemigo para abejas, avispas, animales silvestres y un posible problema para los humanos.
Su blanco principal es la abeja melífera Apis Mellifera, a la que decapita, incluso en medio del vuelo. Sin embargo, Vespa mandarinia podría atacar a otros artópodos que encuentre a su paso.
De acuerdo con un informe presentado por la FAO en 2014, estimaban que, en Estados Unidos, las abejas, especialmente la Apis Mellifera, eran responsables de casi 3 mil millones de dólares en frutas y vegetales producidas cada año.
En el año 1.999, “el aporte económico de la polinización por Apis mellifera en Estados Unidos fue de 7.000 millones de dólares”, le explicó a América Digital Carlos Eduardo Sarmiento, profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia.
La preocupación aumenta si se tiene en cuenta que “una colonia de unas 60 u 80 mil avispones tienen la capacidad de decapitar unas 60.000 avispas Apis mellifera“, señaló Jorge Tello, profesor asociado de la facultad de veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia.
En ese sentido, si Apis mellifera muere en Estados Unidos a causa del avispón asiático, inmediatamente los resultados serán devastadores.
“Estados Unidos tiene 50 estados, pero para entender la situación podemos mirar el caso de California, donde requieren dos millones de colmenas para polinizar”, indicó el profesor Tello.
Para el profesor Sarmiento, el impacto de Vespa mandarinia en Estados Unidos, y en otras zonas donde llegue a colonizar, puede verse desde tres aspectos fundamentales.
“Primero, el tema de salud y seguridad humana, porque su capacidad de proliferación puede llegar a niveles dramáticos y al ser tan abundantes pueden darse muchos accidentes. Segundo, el impacto sobre Apis mellifera, porque el costo para los productores de esta especie y los agricultores será sumamente alto. Tercero, el impacto a la biodiversidad, porque a medida que se propaga y acaba con Apis mellifera, continuará cazando otras especies”, sostuvo el profesor Sarmiento.
La afectación en la población humana también se debe tener en cuenta. De acuerdo con estudios, en Japón mueren cerca de 50 personas al año por las picaduras del avispón asiático.
“Vespa mandarinia tiene aguijones de acción neurotóxica, es decir, actúa sobre el sistema nervioso. La sensibilidad del veneno depende de la persona. No obstante, esta especie produce feromonas de alarma, las cuales potencializan la acción de respuesta. Cuando pican a una persona es como si dejaran una marca, y mientras la persona intenta huir, estas feromonas alertan a las demás, por lo que no es solo una picadura, sino que se corre el riesgo de que sean varias, de ahí su mortalidad”, destacó el profesor Sarmiento.
Asimismo, el profesor Tello ha recordado otra característica de la Vespa mandarinia: al picar a una persona no pierden el aguijón, como Apis mellifera, razón por la que pueden picar repetidamente.
Como mencionó el profesor Sarmiento, la afectación en la biodiversidad es otro aspecto que preocupa hoy a Estados Unidos. Por un lado, la reducción en la población de la abeja mielera Apis mellifera será drámatico, pero asimismo otras especies de insectos, especialmente nativas, se verán afectados Entonces Vespa mandarinia afectaría considerablemente a las especies de animales silvestres.
“Puede ser el caso del oso grizzly, característicos por ir tras la miel de las abejas. Se verán afectados cuando en medio de su búsqueda tropiecen con los nidos de los avispones y sean atacados”, explicó el profesor Tello.
Para el profesor Sarmiento y el profesor Tello, la crisis que hoy enfrenta Norteamérica con Vespa mandarinia es producto de la acción humana.
Se sabe que estos insectos, provenientes de Asia, han salido de su hábitat natural por medio del comercio. En containers que transportan mercancía y donde el avispón tiene la capacidad de permanecer resguardada hasta que despierta en otro país.
Podría significar la necesidad de controles más estrictos en el comerico. Pues desde hace varias décadas, la llegada de especies exóticas alrededor del mundo se ha dado en circunstancias similares, a través del transporte de comercio.
Llama la atención que en el caso de Vespa mandarinia, su llegada a otros lugares del mundo se ha dado de manera sorpresiva y ha permitido conocer su alta capacidad de resistencia a los diversos microclimas del mundo.
“A Europa llegó por Rusia. Es tan resistente que se sabe que cruzaron los pirineos, lo que confirma su alta adaptabilidad a diferentes lugares”, sostuvo Tello.
“Vespa mandarinia forma colonias muy rápido. Naturalmente se constituyen en oquedades, huecos de troncos, nidos abandonados de ratones y cualquier hueco que encuentren”, explicó Sarmiento.
Aunque en algunos países como Canadá ya están implementando algunas medidas. La solución inmediata a esta plaga que ha invadido a Estados Unidos parece estar aún más lejos.
“Lo que se está viviendo en Estados Unidos con la Vespa mandarinia es similar a un arma biológica. Controlar la especie no es nada fácil y requiere muchos estudios para lograrlo, de lo contrario, ellas seguirán proliferando por doquier. Hay quienes recomiendan utilizar otra especie como biocontrolador, pero esto también puede generar resultados negativos”, manifestó Sarmiento.
Por su parte, el profesor Tello ha señalado que en otros países han implementado medidas, pero estas tampoco son del todo efectivas.
“Han implementados trampas con feromonas y las colmenas de abejas las han tapado con mallas protectoras con los huecos del tamaño de la Apis melliera para que ellas puedan pasar, y a la vez retener a la Vespa mandarinia. Sin embargo, esto no evita la formación de nuevas colonias y la proliferación de la plaga”, dijo.
“De hecho, las avispas aprenden a esperar a la entrada de la malla y cazar a las abejas que llegan”, agregó Samiento.
Lamentablemente, a diferencia de otros insectos, la Apis mellifera tampoco tiene capacidad de reacción para controlar la plaga, por lo que agrava la existencia de su población.
“En Japón, Apis cerana se defiende muy bien de Vespa mandarinia.. Lo que hacen es que al detectar a la intrusa, la acorralan y actúan en masa sobre esta, produciendo una microvibración que genera una temperatura de hasta 47 grados. Las Vespa mandarinia, entran en un estado febril hasta que mueren cocinadas”, explicó Tello.
Bajo ese panorama, la gran pregunta es cómo lograr erradicar la plaga. Cada día que pasa, esta invadirá más terrenos, acabará con las colmenas que encuentre a su paso y las zonas boscosas serán reservorios de avispones.
Para el profesor Sarmiento es indispensable entender que los accidentes con avispas también obedecen a imprudencias de los humanos. No entendemos los llamados de la naturaleza. En el caso de Vespa madarinia, la clave para prevenir un ataque, también es la prevención.
“Los accidentes con avispas ocurren no necesariamente porque el animal sea agresivo, sino porque no estamos atentos a sus comportamientos de advertencia. Las especies, incluso, evitan el conflicto. Nosotros accidentalmente caemos en su territorio y los resultados son difíciles. La velocidad de estos avispones, y en general de todas las abejas y avispas es más rápida. Sin embargo, estos animales siempre lanzan señales de advertencia”, destacó el profesor Sarmiento.
Ahora bien, el ejemplo con el que el profesor Sarmiento explica en qué momento se da un ataque de avispa es el siguiente: “Es como si un extraño entra en su casa sin avisar. Su reacción va a ser inmediata y quizás de manera agresiva. En el caso de las avispas y abejas es igual. El avispero es su casa, su todo. Para el caso de los avispones asiáticos hablamos de nidos sumamente grandes. Si usted no sabe que por donde está caminando hay un nido y no entiende los códigos de conducta de los animales, como el despliegue de sus alas, seguramente los resultados serán complejos.
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