Estados Unidos

¿Qué resultados ha dejado el primer mandato de Donald Trump en EE.UU.?

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrentó este 3 de noviembre a uno de los mayores retos de su gobierno: ser reelegido para otros cuatro años al frente de la Casa Blanca.

El mandatario estadounidense completará cuatro años de gobierno en medio de controversias y polémicas por sus decisiones en varios frentes sociales, económicos y de política internacional.

Lo cierto, es que Trump se jacta de que “ninguna administración” en Estados Unidos logró lo que él ha hecho como presidente, pero el balance final lo harán los ciudadanos en las urnas.

1. El muro y la migración

La construcción de un muro fue una de las promesas de campaña que le permitió al magnate republicano ser elegido hace cuatro años con un compromiso, con gran parte de sus seguidores, por reforzar la frontera entre Estados Unidos y México para reducir así la inmigración ilegal y sus efectos.

La Agencia Estadounidense de Fronteras y Aduanas ha revelado que 595 kilómetros de muro están completos en una frontera que se extiende por 3.145 kilómetros. Sin embargo, casi toda esa extensión procede de reparaciones o añadidos a las barreras ya existentes, así que realmente no reflejan la construcción de un nuevo muro.

Sin embargo, las detenciones de inmigrantes indocumentados aumentaron y las admisiones de refugiados descendieron durante su gobierno. Además, Trump prometió deportar a tres millones de inmigrantes indocumentados, pero solo la mitad de ese número se ha marchado.

Asimismo, el mandatario insistió en varias oportunidades que México tendría que pagar por el muro pero hasta el momento no ha sido así, por lo que la construcción ha sido asumida totalmente por Estados Unidos.

El presidente de EE.UU. Donald Trump visita el muro en la frontera con México. Foto: AFP

2. “America First”

“America First” [“Estados Unidos primero”] es el eslogan nacionalista que ha utilizado Trump y que describe una política de diplomacia unilateral, proteccionismo, guerras comerciales y que pretende forzar al mundo a “respetar” a Estados Unidos.

Uno de estos efectos ha sido la guerra comercial que ha tenido Estados Unidos con China argumentando las injustas ventajas comerciales del gigante asiático en contra de la economía estadounidense.

Sin embargo, pese a la intensa relación del mandatario republicano con el líder chino Xi Jinping, la “fase uno” de su acuerdo comercial ha dejado resultados mitigados.

El Instituto Peterson para Economía Internacional explicó que si bien China se adhiere a un acuerdo para comprar más bienes agrícolas estadounidenses, los aranceles a las importaciones están todavía seis veces más altos que antes de que comenzara la guerra comercial en 2018. Es decir que todavía existen perjuicios para las empresas basadas en Estados Unidos.

Ver más: Trump insiste en regresar a la normalidad en EE.UU. mientras casos de COVID-19 alcanzan cifras récord

Además, los socios comerciales tomaron airadas represalias contra el proteccionismo de Estados Unidos con impuestos compensatorios en bienes como el bourbon y los productos agrícolas, forzando a Washington a gastar millones en ayudas para los agricultores.

El déficit comercial de Estados Unidos llegó casi a los 577.000 millones de dólares el año pasado, lo que significa un crecimiento de unos 100.000 millones respecto al último año de la administración de Barack Obama.

Un enfoque similar en el campo diplomático también dio resultados mixtos.

El gobierno de Donald Trump rompió un complejo acuerdo internacional para monitorear las instalaciones nucleares iraníes a cambio de levantar las sanciones. Esto enfureció a los aliados europeos y tampoco consiguió el que muchos pensaban que era el objetivo real de Trump: un cambio de régimen en Teherán.

El presidente de EE.UU. Donald Trump sugirió que podría cortar la relación con China. Foto: AFP

3. Acabar con guerras ‘estúpidas’

Uno de los atractivos que generó Trump para sus votantes fue su promesa de que acabaría con las aventuras militares de Estados Unidos posteriores al 11 de septiembre, o lo que él llama guerras “estúpidas”.

Los críticos del millonario conservador temían que un líder sin experiencia y temperamental iba a meterse en conflictos, pero no lo hizo.

Pese a un temprano intercambio de insultos con el líder norcoreano Kim Jong Un, Trump no solo evitó la guerra sino que realizó movimientos sin precedentes para la reconciliación, incluyendo entrar a Corea del Norte para encontrarse con Kim.

Las conversaciones de paz apoyadas por Estados Unidos entre el gobierno afgano y los talibanes siguen en proceso, aumentando las posibilidades de lograr una retirada completa de las tropas estadounidenses después de dos décadas.

A esto se suman una serie de acuerdos logrados entre estados de mayoría musulmana como Emiratos Árabes o Sudán para establecer relaciones con Israel, como parte de un impulso favorable a los israelíes para aislar a Irán y Palestina.

Sin embargo, en medio de estos escenarios Corea del Norte no ha retrocedido en su programa de armas nucleares. La violencia continúa a altos niveles en Afganistán y tampoco es inminente un retiro total de las tropas en Irak.

Además, la salida de una cantidad pequeña pero estratégicamente ubicada de tropas estadounidenses en Siria le permitió a Rusia cimentar su influencia en el régimen sirio.

4. Mayor economía de la historia

Una de las principales promesas del gobierno de Donald Trump era llevar y reivindicar a Estados Unidos como la “mayor economía” de la historia.

El mercado financiero ha registrado repetidas altas, incluso recuperándose en gran medida de la drástica caída tras el comienzo de la epidemia de coronavirus.

Pero el crecimiento más fuerte del PIB fue del 3%, medida a la par con el desempeño de Obama y muy lejos de los récords históricos nacionales.

Economía de Estados se vio afectada por la pandemia del COVID-19. Foto: AP

A favor de Trump, el desempleo registró su nivel más bajo en 50 años cuando cayó hasta el 3,5% en diciembre de 2019. Sin embargo, los números revisados un mes después indicaron que el crecimiento del empleo se había ralentizado en los primeros tres años de gobierno de Donald Trump, mientras que la pandemia de coronavirus ha dejado a millones de personas sin trabajo durante el 2020.

En cuanto a la promesa de Trump de restaurar la producción, el empleo industrial aumentaba al mismo ritmo que con Obama, al menos hasta que llegó la pandemia.

Sin embargo, la llegada y el manejo del COVID-19 ha tenido fuertes impactos en la economía estadounidense y pareciera que ese será uno de los balances que se harán sobre su política económica durante su gobierno.

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América Digital / Con información de agencias

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