El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Foto: AP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró de forma anticipada su triunfo en las elecciones pese a que aún no se no ha terminado el recuento de votos en varios estados clave, en donde los resultados con el demócrata Joe Biden están muy reñidos.
En unos comicios marcados por la polarización, la pandemia y una histórica crisis económica, el mandatario republicano se proclamó ganador a pesar de que no ha alcanzado la cifra de 270 votos electorales que le permitiría reelegirse, pero además denunció un fraude sin presentar pruebas.
La campaña del republicano amenazó con acudir a la Corte Suprema de Justicia luego de que se conociera que Biden estaría a punto de arrebatarle Arizona al mandatario, un primer revés para el presidente quien al parecer pediría que se detenga el conteo de votos enviados por correo.
“Nosotros ganamos esta elección… Este es un fraude al público estadounidense (…) Queremos que la votación se detenga”, indicó Trump en un discurso en la Casa Blanca.
Por su parte, la campaña de Biden rechazó las declaraciones de Trump calificándolas de “indignantes” y “sin precedentes”, y el equipo legal del demócrata aseguró que está “listo para actuar” si el presidente trata de detener el recuento.
Ver más: Los 270 votos electorales: la cifra que pondría a Joe Biden o Donald Trump en la Casa Blanca
Las oficinas de votación en los estados ya cerraron, aunque seguirán contabilizando votos enviados por correo hasta este martes 3 de noviembre, como permite la ley y como ha sucedido innumerables veces en elecciones pasadas.
Trump acusó a Biden de intentar “robar” la votación, en un tuit que inmediatamente fue etiquetado como “engañoso” por Twitter.
Sin embargo, el aspirante demócrata aseguró que estaba “en camino” de lograr la victoria, y pidió paciencia a la población.
“¡Mantengan la fe, ganaremos!. Esto no se acaba hasta que cada voto sea contado”, indicó el exvicepresidente de Barack Obama frente a simpatizantes congregados en sus automóviles.
Según las proyecciones de los principales medios, Trump se quedó con Florida y Iowa, donde ganó en 2016; con Ohio, en el que desde 1964 ganaron todos los candidatos que llegaron a la Casa Blanca. Además, sumó la victoria en Texas, un bastión republicano desde 1976.
Como ocurrió hace cuatro años con Hillary Clinton, Biden puede ganar el voto popular y perder la Casa Blanca si no consigue los 270 votos electorales necesarios, de un total de 538 que integran el Colegio Electoral de Estados Unidos.
Hasta ahora, Joe Biden estaría acumulando 238 votos electorales con su triunfo en Arizona, frente a los 213 que suma Donald Trump.
Sin embargo la atención está concentrada en los estados del Medio Oeste en donde todavía no se ha terminado el conteo de votos, muchos de los cuales fueron anticipados, por lo que sus resultados definirán estos comicios presidenciales.
“Estados bisagra claves como Wisconsin, Pensilvania y Michigan poseen votos que no serán contados hasta mañana (miércoles) temprano. Y también hay retrasos en Georgia”, tuiteó el sitio especializado FiveThirtyEight.
Con un récord de más de 100 millones de estadounidenses que votaron de manera anticipada, los resultados finales definitivos podrían tardar muchas horas aún, o incluso días.
En medio de una pandemia que se ha cobrado la vida de más de 231.000 estadounidenses, los demócratas soñaban con teñir de azul el mapa rojo surgido en 2016 con estas elecciones en Estados Unidos.
Como era de esperar, los dos aspirantes se aseguraron estados en los que ya contaban ganar: Alabama, Arkansas, Indiana, Kentucky y Tennessee, entre otros, para Trump; mientras que Biden se alzó con Arizona, Illinois, Virginia, Nueva York, Maine, Colorado, Delaware y Washington.
Donald Trump, de 74 años y primer presidente que busca renovar su mandato tras ser absuelto en un juicio político, se muestra confiado de derrotar a Biden pero las expectativas están concentradas en los denominados estados péndulo.
Asimismo, en estos comicios ya se eligieron los 435 escaños de la Cámara de Representantes, donde los demócratas conservaron su mayoría.
Sin embargo, el pulso también está enfocado por liderar el Senado ya que los republicanos podrían perder su ventaja de curules de 53-47 que tienen frente a los demócratas.
De esta forma, las elecciones en Estados Unidos ya generan controversia y la incertidumbre está centrada no solo en los resultados que se obtengan en los estados que faltan por terminar el escrutinio sino también por las acciones legales que podría tomar Trump para permanecer en la presidencia.
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