En los últimos años hemos sido testigos de los efectos del cambio climático en el planeta, desde fuertes temperaturas, incendios, elevaciones en el nivel del mar, hasta la extinción de varias especias animales, son solo algunas de las consecuencias de los daños que está sufriendo la tierra.
Ahora se ha determinado que la salud infantil de al menos 250 millones de niños y su futuro también se encuentran en riesgo. Así lo dio a conocer un informe titulado, ¿Qué futuro les espera a los niños?, realizado por una comisión de expertos en salud de niños y adolescentes de todo el mundo y convocada por la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y The Lancet.
“A pesar de las mejoras en la salud de los niños y los adolescentes en los últimos 20 años, los progresos se han estancado y están a punto de revertirse”, comentó la ex primera Ministra de Nueva Zelanda y Copresidenta de la Comisión, Helen Clark.
De acuerdo a la investigación un aproximado a 250 millones de niños menor a los cinco años que han nacido en países de ingresos bajos, están expuestos a no alcanzar su máximo potencial de desarrollo, debido a la pobreza en la que viven.
El informe aclara que esta problemática no afecta solo a la población de bajo recursos, incluso todos los niños del mundo enfrentan las amenazas existenciales que está dejando el cambio climático y las presiones comerciales.
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“Los países deben revisar su enfoque de la salud de los niños y los adolescentes para garantizar que no solo cuidemos de nuestros niños hoy, sino que también protejamos el mundo que heredarán en el futuro”, puntualizó Clark.
Durante la investigación se tomaron en cuenta 180 países, para comparar el desempeño que tienen en cuanto a las medidas correspondientes a la supervivencia y el bienestar infantil con salud, educación nutrición, equidad o diferencia de ingresos y sostenibilidad, este último punto se relaciona con la emisión de gases de efecto invernadero.
Aunque los países más pobres deben trabajar para apoyar las capacidades de los niños, los países más ricos amenazan su salud, por las emisiones desproporcionadas de carbono. De continuar el calentamiento global, se espera que para el 2100 las consecuencias sean dramáticas, debido al aumento del nivel del mar, las olas de calor, la proliferación de enfermedad como: paludismo, dengue y desnutrición.
“Si bien algunos de los países más pobres tienen las emisiones de CO2 más bajas, muchos de ellos están expuestos a los efectos más graves de un clima que cambia rápidamente”, comentó la Ministra Awa Coll-Seck, de Senegal y Copresidenta de la Comisión.
Además del cambio climático, la obesidad infantil es otro de los problemas que se ha multiplicado por 11, debido a la excesiva comercialización de comida chatarra y bebidas azucaradas, lo que aumenta los casos de sobrepeso y obesidad. De acuerdo a datos oficiales el número de niños y adolescentes obesos aumento de 11 millones en 1975 a 124 millones en 2016, lo que implica costos individuales y sociales elevados.
“Ha llegado el momento de replantearse la salud infantil, de modo que se sitúe a los niños y su bienestar en lo más alto de la agenda de desarrollo de todos los gobiernos y por encima de todas las consideraciones”, aseveró Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.
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