Las revelaciones de Venus, el gemelo malvado de la Tierra

En medio de los esfuerzos que hace la humanidad por dar respuesta a lo desconocido, varios científicos han mirado a Venus como uno de los planetas que podría tener el secreto para entender las causas para que un planeta sea habitable y albergue vida.

Un artículo publicado por la revista Nature recopila una serie de datos que vienen llamando la atención de los científicos sobre Venus, un planeta considerado como un gemelo de la Tierra, pero que su historia puede tener las respuestas sobre la vida en el espacio.

Y es que muchas hipótesis plantean que Venus pudo haber sido similar a la Tierra hace 3.000 millones de años con océanos de agua, una atmósfera más liviana y menos agresiva, y quizás hasta albergar vida.

Sin embargo, en la actualidad Venus es una morada infernal donde las temperaturas de la superficie pueden alcanzan más de 400° centígrados, las presiones atmosféricas pueden ser más de 90 veces superiores a las de la Tierra y además cuenta con unas nubes de ácido sulfúrico que destruyen todo a su paso.

Bajo este paradigma, los investigadores tienen como objetivo descifrar por qué las condiciones en Venus se volvieron tan letales y por lo cual casi todas las agencias espaciales del mundo están trabajando en la actualidad en una propuesta para explorar a este planeta cercano.

“El nuevo interés está enmarcado con el hecho de que las naciones han pasado por alto a Venus en favor de perseguir a Marte, los asteroides y otros planetas. Durante los últimos 65 años, por ejemplo, la NASA ha enviado 11 orbitadores y 8 módulos de aterrizaje a Marte, pero solo 2 orbitadores a Venus, y ninguno desde 1994”, reseña Nature.

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“Eso podría significar que Venus fue de manera sorprendente el primer planeta habitable en el Sistema Solar, un lugar donde la vida podría surgir tanto como en la Tierra. Solo eso es una razón para volver al antiguo mundo oceánico” reseña Nature.

No obstante, en algún momento de la historia de Venus se presentó un cambio drástico para mal que hizo que sus aparentes condiciones de vida se hayan terminado.

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Uno de los elementos que serían cruciales en este tipo de investigaciones estarían enfocados en la actividad tectónica de este planeta ya que los científicos consideran que este factor es crucial para la existencia de vida.

“Aunque los científicos no saben qué encontrarán, es posible que descubran evidencia de tectónicas de placas anteriores. Eso explicaría cómo Venus se convirtió en un infierno”, explica el artículo.

De acuerdo con Nature, cuando terminó la actividad tectónica en este planeta los niveles de CO2 habían aumentado en la atmósfera y atrapado tanto calor que los océanos se vaporizaron.

En ese sentido, la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) sería la primera en despegar cuando lance un orbitador a Venus en el año 2023.

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Por su parte, Estados Unidos podría emprender una misión en 2025 con la propuesta del científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, James Garvin, que plantea llegar a Venus para arrojar una sonda a través de su atmósfera.

Asimismo, la Agencia Espacial Europea (ESA) está considerando enviar un orbitador a este planeta en el año 2032, mientras que la agencia espacial rusa Roscosmos en conjunto con los Estados Unidos estarían planeando enviar una misión a Venus entre los años 2026 y 2033, la cual incluiría un orbitador.

América Digital

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