El asteroide se acercará a la Tierra. Foto: Pixabay
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU. (NASA) reveló que un gigantesco asteroide se aproximará a la Tierra el próximo 21 de marzo, siendo el objeto espacial más grande que se acercará a nuestro planeta durante el 2021.
De acuerdo con la agencia espacial, el objeto ha sido nombrado como 2001-FO32 y se acercará a aproximadamente 2 millones de kilómetros de la Tierra representando una oportunidad valiosa para los científicos para estudiar este tipo de rocas.
En ese sentido, este asteroide no representará un riesgo para la Tierra pero es considerado como “potencialmente peligroso” debido a que tiene un tamaño estimado de entre 0.4 a 1 kilómetro de diámetro.
Un asteroide es considerado por los expertos como “potencialmente peligroso” debido a su gran tamaño y distancia de acercamiento a la Tierra; ya que todo objeto que pase a 0.5 unidades astronómicas (7.4 millones de kilómetros) es clasificado en esta categoría.
La NASA explicó que esta será la roca espacial, que tiene su origen en la formación del sistema solar, más grande que visitará nuestra órbita planetaria durante el 2021.
El director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra ( CNEOS), Paul Chodas, explicó que los investigadores conocen muy bien la trayectoria orbital de 2001 FO32 alrededor del Sol ya que este asteroide fue descubierto hace 20 años.
“No hay posibilidad de que el asteroide se acerque a la Tierra más de 1,25 millones de millas. Aún así, esa distancia es cercana en términos astronómicos, razón por la cual 2001 FO32 ha sido designado como un asteroide potencialmente peligroso”, indicó Chodas.
De esta forma, los científicos han logrado determinar que este gigantesco objeto rocoso se desplaza a unos 124.000 kilómetros por hora, siendo una de las velocidades más rápidas frente a la mayoría de asteroides que se encuentran con la Tierra.
La NASA también resaltó que el 2001 FO32 seguirá siendo el asteroide más grande en pasar tan cerca de nuestro planeta en 2021 ya que el último acercamiento de una roca tan grande fue el de 1998-OR2 el 29 de abril de 2020.
Los astrónomos han estimado que este asteroide continuará su viaje en solitario por el espacio y no volverá a acercarse tanto a la Tierra hasta el año 2052.
La visita de este gran objeto espacial representa una gran oportunidad para los astrónomos de la Tierra ya que su gran tamaño y acercamiento facilitará su observación con los telescopios.
“El encuentro del 21 de marzo brindará una oportunidad para que los astrónomos obtengan una comprensión más precisa del tamaño y albedo del asteroide; es decir, qué tan brillante o reflectante es su superficie y una idea aproximada de su composición”, resaltó la NASA.
El profesor del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona en Tucson, Vishnu Reddy, aseguró que el Telescopio Infrarrojo (IRTF) de la NASA, que está ubicado en el volcán Mauna Kea de Hawái, será fundamental para hacer esta observación.
“El asteroide se observará en los días previos al acercamiento de cerca utilizando su caballo de batalla espectrógrafo infrarrojo, SpeX . Estamos tratando de hacer geología con un telescopio”, aseguró Reddy.
De acuerdo con el experto, cuando la luz ilumina el asteroide los minerales que lo componen absorben algunas de sus longitudes y reflejan otras, por eso es crucial su acercamiento para poder identificarlo en el espacio.
Una de las posibilidades que tendrán los científicos es estudiar el espectro de luz que se refleja en la superficie ya que permitirá medir las “huellas” químicas de los minerales que componen al asteroide.
“Vamos a utilizar el IRTF para obtener el espectro infrarrojo para ver su composición química. Una vez que sepamos eso, podemos hacer comparaciones con meteoritos en la Tierra para averiguar qué minerales contiene 2001 FO32”, explicó Reddy.
De esta forma, los astrónomos podrían identificar si esta roca espacial está compuesta de hierro o carbono, siendo este último elemento el que podría evidenciar que el asteroide sería el núcleo de un cometa que murió hace millones de años.
Finalmente, la NASA explicó que más de 95 % de los asteroides cercanos a la Tierra han sido catalogados y por eso no se ha identificado alguno que represente una amenaza de impacto con nuestro planeta durante el próximo siglo.
A pesar de esto, los astrónomos siguen investigando y observando el espacio para descubrir todos los asteroides que podrían representar un peligro con el objetivo de diseñar misiones para desviarlos en caso de que amenacen el futuro de la Tierra.
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