Estación Espacial de China. Foto: CNSA
La Agencia Espacial de China (CNSA) lanzó el primero de los tres elementos de su estación espacial con la que espera avanzar en su conquista del espacio, al tener su propio módulo en la órbita en medio un nuevo pulso entre varias potencias.
El módulo central Tianhe (“Armonía celeste”), el lugar donde vivirán los astronautas, fue propulsado por un cohete Larga Marcha 5B desde el centro de lanzamiento de Wenchang, en la isla tropical de Hainan (sur).
En ese sentido, el gigante asiático avanza en sus planes de tener su propia estación espacial que en chino se denominara como Tiangong (“Palacio celeste”).
Esta estación operará en órbita terrestre baja (entre 340 y 450 kilómetros de altitud) y se parecerá a la antigua estación rusa “Mir” (1986-2001); se estima que la duración de vida útil sea de entre 10 y 15 años.
“La estación será un gran adelanto para las capacidades chinas de vuelos tripulados. Esto debería permitirles tener una presencia humana permanente en el espacio y, por lo tanto, aumentar de forma significativa la experiencia de sus astronautas”, indicó Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, en Estados Unidos.
Ver más: El ambicioso plan de Rusia y China para construir una estación espacial en la Luna
Por su parte, el analista del portal especializado en el programa espacial chino GoTaikonauts.com, Chen Lan, consideró que esta estación de China “servirá de base para operaciones a mayor escala: misiones tripuladas a la Luna, turismo espacial, ciencia espacial o incluso aplicaciones concretas para seres humanos”.
En ese sentido, se espera que una vez terminada toda la estructura pese casi 100 toneladas, pero será unas tres veces más pequeña que la Estación Espacial Internacional (ISS).
Con la construcción de su propia estación espacial, China espera ganar más protagonismo en el pulso que tiene con Estados Unidos por la conquista del espacio.
El módulo tendrá una longitud de 16,6 metros y un diámetro de 4,2 metros, por lo que el módulo Tianhe será el elemento central de la futura estación y el puesto de control.
Sin embargo, para terminar la construcción de la CSS, China tendrá que lanzar una decena de misiones hasta finales de 2022, algunas tripuladas, para transportar y ensamblar los otros dos módulos.
En ese sentido, se espera que una nave de carga Tianzhou-2 sea lanzada en mayo y en junio con la misión tripulada “Shenzhou 12” que transportará astronautas a bordo de esta CSS en construcción.
De esta forma, con la CSS china y la ISS encabezada por la agencia espacial estadounidense (NASA) la Tierra contará con dos estaciones en órbita.
“Políticamente, esto simboliza el fortalecimiento de la competencia entre Estados Unidos y China”, opina Chen Lan.
No obstante, debido a su tamaño y sus cooperaciones internacionales limitadas, la estación china carece de los medios para competir con la ISS, “que en general es más madura y eficiente”, estima Jonathan McDowell.
Para enfrentar esto, el gobierno chino se ha declarado abierto a realizar colaboraciones con el extranjero y por eso algunos científicos de ese país y de la ONU han seleccionado experimentos de investigadores extranjeros que se llevarán a cabo en la futura CSS.
“Estos visitantes realizarán experimentos, pero serán más turistas que socios en el funcionamiento de la estación, a diferencia, por ejemplo, del papel más activo que tienen los astronautas japoneses y europeos en la ISS”, explica McDowell.
Los expertos creen que Rusia y Pakistán probablemente serán los primeros socios de China, a quienes le podrían seguir la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Esta última colaboración es muy incierta porque el clima político ha cambiado mucho”, indicó Chen, refiriéndose a las tensiones en torno a la región china de Xinjiang donde vive la minoría musulmana de los uigures y a Hong Kong.
De esta forma, es posible que astronautas extranjeros arriben a la estación espacial de China, pero lo seguro es que no serán estadounidenses ya que una ley prohíbe a la NASA vínculos con China.
Desde hace décadas China ha invertido miles de millones en su programa espacial para ponerse al día con los europeos, rusos y estadounidenses.
El gigante asiático envió a su primer astronauta al espacio en 2003. Una sonda china se posó en el lado oculto de la Luna en 2019, una primicia mundial, y a finales del año pasado trajo muestras de regreso a la Tierra.
Uno de los importantes logros de China está enfocado en Marte, en donde alcanzó llegar con éxito con una sonda para orbitar el planeta rojo, pero se espera que próximamente descienda a la superficie con un robot.
Además, la agencia espacial de Rusia (Roskosmos) anunció que ha firmado un acuerdo con China para construir conjuntamente una estación espacial en la Luna, aunque no se conocen fechas ni presupuestos para llevar a cabo este ambicioso proyecto.
El proyecto se realizaría en la superficie u órbita lunar en momentos en que varias potencias como China y Estados Unidos han concentrado su atención en la exploración de Marte.
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