La humanidad está cada vez más cerca de hacer turismo espacial. Foto: Blue Origin/ Pixabay
La humanidad cada vez más está cerca de viajar como turistas espaciales para vivir una experiencia completamente extrema y admirar la Tierra desde otra perspectiva a través de compañías como Blue Origin y Virgin Galactic.
Los avances tecnológicos de las compañías aeroespaciales de las personas más ricas del planeta están cerca de hacer realidad el sueño de miles de personas de viajar, a través de programas de turismo espacial que pueden durar unos pocos minutos e incluso varios días.
Por primera vez en la historia, personas del común podrán cruzar la atmósfera terrestre a través de unas naves espaciales comprando un tiquete como si se tratara de un pasaje de avión. Sin embargo, uno de los principales limitantes será el alto costo que tendrá vivir esta inolvidable experiencia.
Cientos de personas tienen ya su boleto para realizar este espectacular viaje y poder ver el planeta o la Luna viviendo la experiencia sin gravedad.
En ese sentido, sesenta años después de que un hombre cruzara esta última frontera por primera vez, se aproxima la llegada del turismo espacial, en principio para ricos y afortunados.
En los últimos años, las compañías Blue Origin, del multimillonario Jeff Bezos, y Virgin Galactic, del también multimillonario Richard Branson, se han venido posicionando en este sector de viajes cortos turísticos al espacio.
En Blue Origin, un cohete es lanzado verticalmente y la cápsula en la que se encuentran los pasajeros se desprende en vuelo hasta alcanzar los 100 kilómetros de altura, antes de volver a caer a la Tierra colgada de tres paracaídas.
Por su parte, Virgin Galactic utiliza un enorme avión de transporte que despega de una pista llevando a un gran jet privado que en determinado punto se suelta y vuela de manera autónoma a velocidad supersónica hasta alcanzar los 80 kilómetros de altitud.
La aeronave, después de unos pocos minutos, desciende nuevamente a la Tierra planeando para luego aterrizar como un avión convencional.
En ambos casos, hasta seis turistas espaciales pueden desprenderse de sus asientos para flotar en ingravidez y admirar la curvatura de la Tierra.
Virgin Galactic ha anunciado el inicio de sus operaciones comerciales regulares para principios de 2022, después de que se realicen dos vuelos finales de prueba. Sin embargo, ya se han vendido 600 tiquetes por lo que la fila para vivir esta experiencia es larga.
La compañía aeroespacial ha explicado que planea eventualmente realizar un máximo de 400 vuelos por año por base espacial pero ha decidido que dos personas podrán acceder por sorteo a uno de los primeros vuelos por lo que las inscripciones están abiertas hasta el 1 de septiembre.
Por su parte, Blue Origin no ha anunciado un calendario preciso pero su dueño, Jeff Bezos, realizará por primera vez un vuelo tripulado con otras tres personas el 20 de julio de 2021, pero una fecha tentativa es iniciar con el programa a partir del año 2022.
Otras de las opciones que están sobre la mesa es participar en el reality show televisivo Space Hero, que cuenta con el aval de la NASA, y se propone enviar al ganador de la competición a la Estación Espacial Internacional (ISS) en 2023.
El tema de los costos será uno de los principales limitantes para las personas del común que quieran viajar como turistas espaciales debido a su alto costo.
Por ejemplo, los primeros billetes vendidos por Virgin Galactic se vendieron entre 200.000 y 250.000 dólares cada uno, pero la compañía reconoció que los asientos que se pondrán a la venta en el futuro serán más costosos.
Blue Origin no ha anunciado un precio oficial pero subastó un asiento en el primer vuelo tripulado por nada menos que 28 millones de dólares.
Sin embargo, las personas podrían tener una opción más asequible con la nave de Space Perspective que podría ofrecer una experiencia un poco similar por unos 125.000 dólares por persona.
Ver más: Así serán los viajes turísticos a la estratosfera a través de un globo espacial
Esta compañía le ha apostado a lanzar una cápsula con una vista de 360 grados que ascenderá lentamente suspendida de un globo aerostático, del tamaño de un estadio de fútbol, hasta alcanzar los 30 kilómetros de altura, por lo que aún estará lejos del límite del espacio y la ingravidez.
Esta compañía ha vendido los primeros 300 tiquetes disponibles para 2024, cuando se espera que se lance esta atracción, pero próximamente se habilitarán las reservas para 2025.
Las compañías han explicado que para poder ser un turista espacial solo es necesario tener un buen estado físico, pero para el vuelo de Virgin Galactic es necesario asistir a un entrenamiento que puede durar unos cinco días.
De hecho, el primer vuelo de Blue Origin llevará a una expiloto de 82 años, que será la persona de mayor edad que haya estado en el espacio.
Entre los criterios que se pedían para la subasta de un lugar a bordo de la New Shepard de Blue Origin estaban no sufrir vértigo, poder subir el equivalente a siete pisos en menos de 90 segundos (para la torre de lanzamiento) y no pesar más de 100 kilogramos.
Lo cierto es que estas personas deberán cumplir unos exámenes médicos y realizar unos cortos entrenamientos para acostumbrar su cuerpo a la ingravidez y las condiciones que tendrán que soportar al cruzar la atmósfera terrestre.
La compañía del multimillonario Elon Musk, SpaceX, también está planeando vuelos de turismo espacial, aunque mucho más ambiciosos, de varios días y hasta mucho más lejos.
El precio del viaje a bordo del cohete Falcon 9, que propulsa la cápsula Dragon, asciende a decenas de millones de dólares.
En septiembre, una misión liderada por el magnate estadounidense Jared Isaacman, Inspiration4, viajará junto con otros tres pasajeros a la órbita de la Tierra.
Por otra parte, en enero de 2022, tres empresarios viajarán a la Estación Espacial con un astronauta experimentado. La misión, denominada Ax-1, está organizada por la empresa Axiom Space, que contrató otros tres vuelos futuros con SpaceX.
La compañía de Musk también tiene previsto un viaje en órbita para cuatro personas, organizado por la empresa intermediaria Space Adventures, la misma encargada del vuelo del multimillonario japonés Yusaku Maezawa a la ISS en diciembre, pero a bordo de un cohete Soyuz ruso.
Maezawa prevé realizar en 2023 un viaje alrededor de la Luna, esta vez a bordo del cohete Starship, y para este vuelo tienen contemplado llevar a ocho personas que serán seleccionadas bajo un arduo proceso de selección.
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