Los depósitos de gas acumulan suficiente presión y, como resultado, se da una explosión que da lugar a la formación de un cráter. Foto: Tomada de la cuenta de Instagram @skoltech
Un nuevo cráter en Siberia ha llamado la atención y ha alertado a los científicos, pues se trata de un colosal hueco de unos 50 metros de profundidad el cual se ha abierto de manera abrupta sobre la superficie. El agujero estaría relacionado con el cambio climático
El cráter se abrió después de que una burbuja explosiva de gas metano estallara debajo del suelo en Siberia, esparciendo trozos de rocas y tierra a cientos de metros de la península de Yamal.
Este agujero gigante fue descubierto por primera vez en el noroeste de Siberia a principios de este verano, gracias a un equipo de televisión que se dirigía en helicóptero a una misión no relacionada con el cráter y logró evidenciar el profundo agujero.
En agosto de 2020, las autoridades de Yamal, el Instituto RAS de Problemas de Petróleo y Gas y científicos de Skoltech desplegaron un equipo de profesionales para investigar en detalle el cráter esta zona de Siberia.
“El cráter es fresco, apareció este año en la parte central de Yamal, su diámetro excede los 20 metros y su profundidad es de más de 50 metros. (…) En un futuro próximo publicaremos información más detallada en un artículo científico”, indicó en medios Evgeny Chuvilin, investigador del Centro Skoltech para la Recuperación de Hidrocarburos.
El gigantesco cráter en Siberia es producto del derretimiento del permafrost, el cual se ha estado descongelando por el aumento de las temperaturas en el área. Es decir, el gigantesco agujero estaría relacionado con el cambio climático.
El permafrost es una capa de suelo que permanece congelada durante todo el año y contiene grandes reservas de carbono orgánico y microorganismos congelados. Cuando las temperaturas se calientan y el permafrost helado comienza a derretirse, las bacterias y otros microbios vuelven a la vida y comienzan a bombear metano en condiciones de humedad y poco oxígeno.
En algunos casos, este metano puede quedar atrapado debajo del suelo, que simultáneamente se vuelve inestable por el deshielo del permafrost. Los depósitos de gas acumulan suficiente presión y, como resultado, se da una explosión que da lugar a la formación de un cráter.
“Los científicos ahora creen que el cráter gigante está relacionado con una acumulación explosiva de gas metano, que podría ser un resultado inquietante del calentamiento de las temperaturas en la región de Siberia”, explicaron los científicos de Skoltech en su cuenta de Instagram.
Lo preocupante es que los enormes agujeros como este aumentan el riesgo de contaminar la atmósfera con mayor cantidad de gases de efecto invernadero, alterando aún más el ciclo del cambio climático. Además, el metano es un gas de efecto invernadero sumamente potente con unas propiedades altamente elevadas de calentamiento, incluso por encima del dióxido de carbono.
Los investigadores han encontrado la relación existente entre la formación de algunos cráteres con el calentamiento de las temperaturas en Siberia. Precisamente, algunos han sugerido que un cráter denominado Yamal, registrado en Siberia en 2014, se haya formado después de un verano altamente caluroso en 2012.
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