Trono de siete siglos, túnicas de oro y otros datos curiosos sobre la coronación del rey Carlos III

La cuenta regresiva para la coronación del rey Carlos III ha iniciado por lo que el Palacio de Buckingham se encuentra trabajando contrarreloj para no dejar pasar ningún detalle desapercibido en este importante evento para los británicos.

El próximo sábado 6 de mayo el mundo será testigo de la coronación de un nuevo monarca en el Reino Unido, un hecho que no se registra desde 1953 cuando la reina Isabel II fue coronada como soberana.

De esta forma, son muchos los detalles como joyas, solemnidad y lujo los que marcarán esta histórica jornada que concentrará la atención de millones de personas.

Uno de los datos curiosos de la jornada es que el nuevo soberano británico será coronado en el mismo trono de madera de roble báltico que se usó por primera vez en la ceremonia de ascensión del rey Eduardo II (1307-1327).

El llamado Trono de San Eduardo fue encargado en 1296 por Eduardo I para albergar uno de los símbolos más importantes de la historia de la isla, la llamada Piedra de Scone, que capturó el rey en la abadía de ese nombre tras derrotar a los escoceses.

Desde el siglo XIV, tanto el trono como la piedra sobre la cual se sentaban los monarcas han sido un elemento central en los actos de coronación de los soberanos británicos.

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En 1996, Londres devolvió la Piedra de Scone a los escoceses, que la exhiben en el Castillo de Edimburgo, a condición de que sea devuelta para ser usada en las coronaciones. El bloque de arenisca llegó a la capital británica procedente de Escocia para ser usada el sábado 6 de mayo.

Sin embargo, el Trono de San Eduardo es solo uno de los varios asientos que se utilizarán en la ceremonia. El Palacio de Buckingham detalló que, según la tradición, los reyes Carlos y Camilla se sentarán en diferentes Sillas de Patrimonio, Tronos y Sillas de Congregación.

“En interés de la sostenibilidad, Sus Majestades han elegido usar sillas y tronos de la Colección Real hechos para coronaciones previas. Han sido conservados, restaurados y adaptados como se requería”, explicó la casa real.

Estas túnicas serán usadas por el nuevo soberano cuando Carlos III sea investido por el Arzobispo de Canterbury en la silla de coronación.

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El monarca reutilizará las vestimentas que se usaron en las coronaciones del rey Jorge IV en 1821, el rey Jorge V (1911), el rey Jorge VI (1937) y la reina Isabel II en 1953.

“Aunque es habitual que se reutilicen la Supertúnica y el Manto Imperial, Su Majestad también reutilizará el Colobium Sindonis, el cinturón de la espada de coronación y el guante de coronación que usó su abuelo, el rey Jorge VI, en aras de la sostenibilidad y la eficiencia”, indicó el Palacio de Buckingham.

De acuerdo con la página oficial, el Manto Imperial está hecho de tela de hilo de oro, plata y seda, flecos de lingotes de oro y un broche de oro.

Este momento se registrará antes de la investidura y coronación de Carlos III en donde el Deán o sacerdote de Westminster verterá el aceite sagrado para que el Arzobispo de Canterbury unja al Soberano en las manos, el pecho y la cabeza.

La mampara de tela bordada con ángeles y un árbol dedicado a los países de la Commonwealth fue bendecida en la Capilla Real del Palacio de St James.

La pantalla tiene un tamaño de 2,6 metros por 2,2 metros y está montada sobre un marco de madera con postes coronados con águilas de bronce acabadas con pan de oro. Este objeto busca ofrecer privacidad al nuevo monarca cuando es ungido con aceite.

Curiosamente, este aceite no utilizó ningún ingrediente procedente de animales, como era de costumbre en el que se utilizaba uno de civeta proveniente de las glándulas de pequeños mamíferos y ámbar gris; la cual es una secreción producida en los intestinos de las ballenas.

Por lo tanto, este nuevo aceite sagrado fue elaborado exclusivamente con aceite de oliva perfumado con una mezcla de aceites esenciales, sésamo, rosa, jazmín, canela, neroli (aceite de flores de naranjo) y benjuí, así como azahar (flor).

Asimismo, el aceite tiene un gran significado simbólico para la familia real ya que utilizó aceitunas cultivadas en el monte de los Olivos en el Monasterio de María Magdalena; lugar en donde se encuentra enterrada la abuela del rey, la princesa Alicia.

Finalmente, el Palacio de Buckingham confirmó que a la ceremonia de coronación del rey Carlos III asistirán más de 2.200 invitados como familiares reales, representantes de 203 países, entre los que se encuentran 100 jefes de Estado.

También se prevé la presencia de representantes de la Iglesia y diferentes religiones, jefes de gobierno y ministros de Exteriores y galardonados con el premio Nobel.

Lo cierto es que el rey Carlos III pidió que su ceremonia fuera más sobria y corta pero sin perder todo el simbolismo y tradiciones de la monarquía británica. De hecho, para la coronación de su madre, la reina Isabel II, asistieron más de 8.200 invitados y la ceremonia se extendió por más de tres horas.

Finalmente, los británicos y el mundo nuevamente serán testigos de la coronación de un nuevo rey durante el siglo XXI, un hecho que no se registraba desde hace 70 años.

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