El Ébola resurge en Guinea: el retrato de un virus asesino

Los países de África del oeste enfrentan de nuevo una epidemia del virus del Ébola, luego de que se reportaran  siete casos, tres de ellos mortales, que fueron registrados en Guinea en donde inició la peor epidemia de la historia del virus entre 2013 y 2016.

De esta forma, las autoridades sanitarias en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) han encendido las alarmas y han dispuesto todas las herramientas y logística para controlar este virus asesino que ha cobrado la vida de más de 15.000 personas desde 1976.

El resurgimiento del virus se ha detectado en la zona de Gouécké, en el sureste del territorio guineano, cercano a la localidad de N’Zérékoré, una de las ciudades más pobladas del país.

La mayor preocupación es que el ébola es un virus con una alta tasa de mortalidad en las personas que resultan infectadas con la enfermedad y que se puede transmitir en las personas a través de fluidos.

Desde entonces se han identificado cinco “subtipos” de virus del Ébola: Zaire, Sudán, Bundibugyo, Reston y Bosque de Tai. Los tres primeros han originado graves epidemias en el continente africano.

Otros mamíferos como los grandes monos, el antílope o el puercoespín pueden ser portadores y después transmitirlo a las personas.

Durante una epidemia, el ébola se transmite entre los seres humanos a través de un contacto directo y estrecho. Una persona sana se contagia por los “fluidos corporales” de una enferma: sangre, vómito, heces.

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A diferencia de la gripe, este virus no se transmite por el aire. Por tanto, el ébola es menos contagioso que muchas otras enfermedades virales.

Sin embargo, la preocupación por el Ébola está relacionada es que se trata de un virus con una alta tasa de mortalidad: alrededor del 50% y hasta el 90% en el caso de algunas epidemias, según la OMS.

Los supervivientes suelen quedar con varias secuelas como artritis, problemas de visión y de audición e inflamación de los ojos.

La OMS precalificó esta vacuna en noviembre de 2019 para ser homologada. Las autoridades administraron más de 300.000 dosis en una campaña de vacunación selectiva durante la última epidemia en la República Democrática del Congo.

Una segunda vacuna experimental, de los laboratorios estadounidenses Johnson & Johnson, se introdujo en octubre de 2019 de forma preventiva en áreas donde el virus está ausente, y más de 20.000 personas fueron vacunadas.

Según la OMS, el Ébola causó más de 11.300 muertos de los casi 29.000 casos registrados durante la epidemia registrada entre 2013 y 2016. Más del 99% de las víctimas se registraron en Liberia, Sierra Leona y Guinea.

La décima epidemia comenzó el 1 de agosto de 2018 en la provincia de Kivu del Norte. La OMS la declaró emergencia sanitaria de alcance internacional en julio de 2019, cuando amenazaba a los países vecinos.

Las autoridades del país proclamaron el final de esta epidemia, la segunda más grave de África (con unas 2.280 muertes) después de la de 2013-2016, en junio de 2020.

Sin vínculo alguno con esta epidemia, en junio de 2020 se desató una undécima epidemia de fiebre del Ébola en la provincia de Équateur. El país la dio por terminada el 18 de noviembre con 55 muertos.

Una semana después, el 14 de febrero, Guinea también anunció que se encontraba de nuevo “en una situación epidémica”, después de que se confirmara la aparición en el sureste del país de siete casos, tres de ellos mortales, siendo las primeras muertes por la enfermedad desde 2016 en Guinea.

Ante estos rebrotes, la OMS ha desplegado una logística y recursos como dosis de vacunas, para ayudar a Guinea a enfrentar esta incidencia de la epidemia del Ébola.

El director regional para África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Matshidiso Moeti, calificó de “muy preocupante” el resurgimiento del Ébola en Guinea, especialmente en esta zona tan castigada del continente africano por esta enfermedad.

“La OMS está muy preocupada por las informaciones de cuatro muertes sospechosas de ébola en Guinea (incluida la enfermera). La OMS está acelerando la preparación y los esfuerzos de respuesta ante el posible resurgimiento del ébola en África Occidental, una región que sufrió mucho por el ébola en 2014”, indicó Moeti.

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En ese sentido, el objetivo es aprovechar los conocimientos y la experiencia adquirida durante el brote anterior para que los equipos sanitarios de Guinea se dispongan a rastrear rápidamente la trayectoria del virus y frenar nuevos contagios.

Con la declaración oficial de la nueva epidemia, las autoridades guineanas anunciaron también medidas de control para intentar evitar que el virus cause una catástrofe sanitaria como la de mediados de la década pasada.

En ese sentido, el representante de la OMS en Guinea, Alfred George Ki-Zerbo, destacó que se espera desplegar en el menor tiempo posible las dosis de las vacunas que se han venido desarrollando para enfrentar esta nueva epidemia del Ébola en Guinea.

“El arsenal es hoy en día mucho más extenso y tenemos que aprovecharlo para poder contener esta situación lo más rápido posible. La OMS está en alerta a todos los niveles: a nivel de la sede y en relación con el fabricante (de vacunas), para que las dosis necesarias sean puestas a disposición lo más rápidamente posible”, aseguró Ki-Zerbo.