La reina Isabel II abandonará Buckingham y convertirá el castillo de Windsor en su residencia oficial

La reina Isabel II decidió mudarse del todo al castillo de Windsor, ubicado en el condado de Berkshire a menos de una hora de Londres, y no tendría ninguna intención de volver al palacio de Buckingham.

En compañía de su esposo, la reina había estado afrontando la pandemia desde las paredes de Windsor en donde también le tocó presenciar uno de los momentos más duros de su vida: la muerte del Duque de Edimburgo a los 99 años a principios de abril de 2021.

Si bien Buckingham ha sido la sede oficial de la monarquía británica desde 1837, en Windsor la reina atesora sus memorias y algunos de los recuerdos más importantes de su vida. 

De hecho, en el castillo de Windsor se realizó el matrimonio de su nieto Harry con Meghan Markle y el sepelio de su esposo en la Bóveda Real.

Sin embargo, algunas fuentes cercanas a Buckingham han informado que ciertas obras en el palacio no estarán listas hasta 2027, lo que ha obligado a la reina a establecerse en un nuevo lugar. Hasta la fecha Windsor ha sido la residencia de otros 39 monarcas.

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Lo cierto es que la reina Isabel ha encontrado tranquilidad en Windsor y por eso quiere vivir hasta sus últimos días en este castillo.

Precisamente, la monarca británica ha venido reduciendo considerablemente su agenda y compromisos públicos en medio de la pandemia y ante su avanzada edad.

Además, según lo previsto, la reina de 95 años regresará a Buckingham para saludar a sus súbditos desde el popular balcón con motivo de la celebración de su cumpleaños, en medio de las festividades programadas para conmemorar su Jubileo de Platino. 

El único que tiene previsto asentarse en el Palacio de Buckingham es el heredero, el Príncipe Carlos. A pesar de vivir actualmente en Clarence House, el príncipe se mudaría a Londres tras la muerte de su madre. 

De esta forma, Isabel II enfrenta sola los últimos años de su reinado, uno de los más importantes y el más largo de la historia del Reino Unido ya que este año celebra siete décadas de haber sido coronada.

La avanzada edad de la reina ha generado mucha preocupación sobre el escenario que tendrá que enfrentar la monarquía británica cuando ella muera; aunque siempre ha gozado de un buen estado de salud.

En ese sentido, ese momento será un duro golpe para el Reino Unido y para millones de personas que durante décadas han admirado y respetado a su monarca; por lo que muchos creen que ya se ha iniciado un proceso de transición en el momento en que ella dejó de viajar al exterior y empezó a reducir al máximo sus compromisos oficiales debido a su avanzada edad.

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