Philippe Croizon: el sueño de viajar al espacio de un aventurero amputado de brazos y piernas

El aventurero francés Philippe Croizon, tiene los brazos y las piernas amputadas pero vive con el sueño de convertirse en la primera persona con una discapacidad en viajar al espacio, por lo que ya está en contacto con el magnate estadounidense Elon Musk.

Su sueño de viajar al espacio inició cuando le escribió el año pasado al fundador de SpaceX en Twitter “¡Envíame al espacio para demostrar de nuevo que todo es posible!” sin pensar que Musk le iba a responder.

“Contra todo pronóstico, me contestó y desde entonces hemos hablado por correo y me ha puesto en contacto con Jared Isaacman, el piloto del primer vuelo espacial con tripulación civil”, explicó Croizon.

Este luchador de la vida reside en la ciudad costera de La Rochelle (Francia) y tenía la esperanza de participar en esta primera misión espacial de civiles de SpaceX pero llegó tarde a la conformación del equipo de cuatro astronautas.

Sin embargo, su sueño no se ha desvanecido por completo ya que ha sido invitado al lanzamiento de la misión en octubre desde Cabo Cañaveral (Florida) y estudia con ambos multimillonarios la posibilidad de ser parte de esos vuelos en un futuro.

Croizon también tenía esperanzas luego de que la Agencia Espacial Europea (ESA) anunciara que abrirá el próximo 31 de marzo una convocatoria para reclutar nuevos astronautas y un puesto reservado exclusivamente para una persona con alguna deficiencia en sus miembros inferiores.

Sin embargo, este aventurero francés no se puede postular debido a los requisitos de edad, formación y su condición corporal le impiden cumplir los exigentes filtros de esta agencia espacial.

“Mi única esperanza actual para ir al espacio es con Elon Musk y con Jared Isaacman”, indicó este antiguo trabajador metalúrgico, a quien una descarga eléctrica le carbonizó parte de los brazos y las piernas en en 1994.

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La vida de Philippe Croizon cambiaría por completo a los 25 años, con un hijo y otro en camino, cuando se subió  al tejado de su casa para desmontar la antena de televisión y recibió una fuerte descarga eléctrica.

Al accidente le siguieron dos años de hospitalización en total y un largo periodo de depresión, tentativas de suicido, hasta que asumió su nueva situación.

“Durante diez años me avergonzó mi cuerpo y me dio miedo el mundo exterior, pero me atreví a pedir ayuda y a partir de ese momento entendí que recibir ayuda no era un deshonor”, indicó Croizon, quien durante ese tiempo se separó y conoció a su actual pareja.

De esta forma, este hombre de 52 años es optimista y no se ve frenado para cumplir su sueño de ir al espacio a pesar de las dificultades ya que “el amor me dio alas y espero que me vaya a llevar al espacio”.

En 2010, equipado con unas prótesis especiales, cruzó el Canal de la Mancha nadando 13 horas y 26 minutos. En 2012 se unió también a nadar los cinco continentes por cuatro estrechos.

Asimismo, en 2013 batió el récord submarinista de profundidad por parte de alguien con los cuatro miembros amputados al lograr 34,5 metros, y en 2017 terminó el rally Dakar en el puesto 48.

Este hombre empezó a hacer deporte a los 40 años y cuando gestó su primera aventura, la de la Mancha, todavía estaba hospitalizado y no sabía nadar.

“Tengo un equipo que me ayuda. Por eso digo que todo es posible. Mis ideas son caras. De cada 100 personas que encuentro para llevarlas a cabo 99 me van a decir que no, pero hay una que dirá que sí y entonces la idea se pone en marcha. No hay que desanimarse”, reconoció Croizon.

Su historia de vida ya ha quedado reflejada en distintos libros autobiográficos y en conferencias sobre la superación personal tanto en el extranjero como en Francia, donde tiene además una academia de natación para personas en condición de discapacidad.

Asimismo, en la actualidad ocupa su tiempo en clases intensivas de inglés de cara a ese deseado viaje espacial “porque la lengua de signos no va a ser fácil”.

Su familia ya está acostumbrada a verlo soñar y cumplir sus sueños. Y aunque iniciativas como la de la Agencia Espacial Europea (ESA) lo dejaron “fuera de juego” Philippe espera que otras personas en una situación parecida lo puedan conseguir.

“Actualmente la discapacidad todavía pone trabas, pero mañana habrá un montón de tecnologías para garantizar que puede repararse un cuerpo estropeado. Eso pasará en un futuro muy muy próximo”, concluyó Croizon.

De esta forma, Philippe Croizon sigue trabajando por cumplir el sueño de viajar al espacio y convertirse en la primera persona en la historia con una condición de discapacidad en lograr esta importante hazaña.