El chisme ayuda a la cohesión social y la salud mental, según estudios

El chisme puede tener una mala reputación, pero en realidad ayuda a mantener la cohesión social y genera una sensación positiva que mejora la salud mental de las personas, de acuerdo a varios estudios.

Un análisis del Departamento de Psicología de la Universidad de California determinó que el chisme no tiene que ser malo. De hecho, la mayor parte de las interacciones son bastante inofensivas o neutrales.

“Los chismosos frecuentes tienden a ser más extrovertidos. Las mujeres participan en chismes más neutrales que los hombres, y las personas más jóvenes tienden a chismear negativamente más que las personas mayores. Los chismes suelen ser neutrales, en lugar de positivos o negativos, y sobre información social. Estos hallazgos de la observación naturalista disipan algunos estereotipos sobre este comportamiento prevalente pero incomprendido”, expresan los investigadores.

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Especialistas consultados al respecto por la revista Time sostienen que “si no pudiéramos participar en debates sobre estos problemas sociales y personales, no podríamos sostener el tipo de sociedades como lo hacemos”.

Hay chisme bueno y hay chisme malo

La ciencia sugiere que nuestro cerebro se estimula de la misma manera cuando consumimos algún chisme de una celebridad que con otras actividades placenteras y que escuchar chismes positivos sobre nosotros mismos es gratificante y nos hace feliz.

Subrayan que existe una gran diferencia entre el chisme que es positivo y el que se lleva a cabo solo para destruir a otras personas, en cuyo caso no aporta nada ni a la persona involucrada ni a la sociedad en conjunto.

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La publicación señala que el chisme además sirve para combatir la soledad, crear intimidad con otras personas, sentido de pertenencia y crear y mantener nuevos grupos, aunque siga teniendo el estigma de ser un mal hábito.