Alerta por invasión de una plaga de caracoles gigantes en Cuba

Las autoridades en Cuba han encendido las alarmas por la invasión silenciosa de una especie de caracol gigante procedente de África, los cuales se han convertido en el enemigo público número uno de los epidemiólogos de la isla.

Estos animales son identificados con sus grandes conchas brillantes de vetas blancas y marrones de hasta 20 centímetros de largo, por lo que en los últimos meses se ha movilizado un poderosos sistema de Defensa Civil para enfrentar a esta plaga debido a su gran capacidad de transmitir enfermedades y dañar cultivos.

“Nunca antes había sabido de ellos, pero ya están en todos lados. De hoy para mañana comenzaron a salir y los vecinos nos preguntábamos de dónde vienen. Nos pasaban por el lado paseando, grandes, medianos, chiquitos”, indicó Yusmila Marín, una enfermera de 29 años y madre de dos niños que vive en  la Villa Panamericana, una de las manzanas más afectadas por el caracol gigante africano (Achatina fulica).

De acuerdo con las autoridades unas 400 familias de la zona han tenido que restringir que los niños estén en zonas comunes, así como en las parcelas de cultivos de plátanos, aguacates y guanábanas ya que el sol hace que estos animales suban a los árboles o su muevan para amontonarse en los rincones buscando áreas frescas.

En ese sentido, hasta el momento se ha reportado la presencia de este caracol africano en unos 15 municipio de La Habana y en casi todas las provincias del país.

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Esta especie de caracol africano es considerada una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, ya que es capaz de poner hasta 1.800 huevos en 12 meses con una tasa de nacimiento de hasta el 90%.

Además, esta especie alcanza su madurez sexual prontamente y vive unos cuatro años, lo cual podría ser un factor de preocupación ya que no tiene predadores naturales en Cuba y podría crecer rápidamente alimentándose de frutas, basura y hasta excrementos.

“Las condiciones en Cuba son muy favorables para el desarrollo de esta especie. La humedad, la temperatura y las lluvias son fundamentales. Esto hace que nuestro país sea un paraíso para el caracol africano”, indicó Michel Matamoros, especialista en moluscos del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal.

“Es un problema de salud para los seres humanos… es un problema económico puesto que ataca a muchísimos cultivos y es un problema ecológico porque no tiene enemigos naturales y desplaza a los moluscos locales”, explicó Isbel Díaz, un biólogo que dirige la organización ambientalista no gubernamental Guardabosques.

En ese sentido, los expertos han recomendado a los ciudadanos a que recolecten los moluscos, los destruyan o quemen y que luego los entierren en envases herméticos por lo que las autoridades han emprendido unas campañas para controlar la propagación de esta especie.

Sin embargo, Díaz sostuvo que esas acciones deberían estar controladas por personas capacitadas ya que algunos ciudadanos recogen los ejemplares sin colocarse guantes y tendrían que ser los organismos estatales especializados los encargados de eliminar a los caracoles.

“Es un reto muy difícil. Ningún país ha logrado controlar la plaga y Cuba no la erradicará tampoco ni a corto ni a mediano plazo. Pero es imperativo que a nivel nacional se diseñe una estrategia para detener su expansión, impedir que acceda a los cultivos, a las áreas protegidas de alto valor ecológico y a las comunidades humanas”, resaltó Díaz.