El asesinato del científico nuclear de Irán, Mohsen Fakhrizadeh, ha encendido las tensiones en Medio Oriente ya que era considerado como uno de los hombres pioneros en el desarrollo nuclear de este país.
El científico era jefe del Departamento de investigación e innovación del ministerio de Defensa de Irán y falleció en un hospital debido a las graves heridas que sufrió durante un atentando cuando se trasladaba en su vehículo cerca de Teherán.
“Terroristas asesinaron a un eminente científico iraní. Esta cobardía –con serios indicios del papel israelí– muestra un belicismo desesperado de sus autores”, indicó Mohamad Javad Zarif, ministro de Exteriores de la República de Irán.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia iraní, se trata de un “acto terrorista” en el que hay serios “indicios de un papel israelí”, por lo que pidió a la comunidad internacional “cesar sus vergonzosas posiciones ambivalentes y condenar este acto terrorista”.
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El ataque fue perpetrado en la zona de Absard, en la provincia de Teherán, por un número indeterminado de hombres armados, que abrieron fuego contra el vehículo del científico y llevaron a cabo al menos una explosión.
En medio del ataque se registró un enfrentamiento con los asaltantes en el que resultaron heridos algunos de los guardaespaldas del científico iraní.
Las autoridades y medios de comunicación desconocen los autores del ataque pero ha sido relacionado con los asesinatos de otros cinco científicos vinculados con el programa nuclear iraní entre 2010 y 2012 en el país.
El jefe del Estado mayor de Irán, general Mohamad Bagheri, advirtió que una “terrible venganza” se abatirá contra quienes estén detrás del asesinato del prominente científico nuclear.
“Los grupos terroristas y los autores de esta cobarde acción deben saber que les espera una venganza terrible” indicó Bagheri, según la agencia estatal Irna.
El “padre” del programa nuclear
El científico Mohsen Fakhrizadeh era considerado por muchos como el “padre” del programa de armas nucleares de Irán, el cual ha generado varias tensiones con Medio Oriente y Estados Unidos.
Desde hace mucho, se sospecha que Israel ha ordenado una serie de asesinatos selectivos de científicos nucleares iraníes hace casi una década. De hecho, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, lo había acusado de dirigir el programa de armas nucleares de Irán.
“Una parte clave del plan era formar nuevas organizaciones para continuar el trabajo. Así es como lo expresó el doctor Mohsen Fakhrizadeh, jefe del Proyecto Amad. Recuerden ese nombre, Fakhrizadeh”, indicó Netanyahu en 2018 sobre el programa nuclear de Irán.
Lo cierto, es que el asesinato de este científico tiende a aumentar aún más las tensiones en el Medio Oriente, luego de que hace apenas un año Irán y Estados Unidos estuvieran al borde de la guerra por la muerte del general Qasem Soleiman en una operación estadounidense.
El influyente comandante Hosein Dehqan denunció que en los últimos días de vida política del presidente saliente de EE.UU. Donald Trump, los sionistas buscan aumentar la presión sobre Irán para “librar una guerra en toda regla”.
“¡Descenderemos como un rayo sobre los asesinos y haremos que lamenten sus acciones!”, afirmó Dehqan, asesor militar del líder supremo de Irán, Alí Jameneí.
Además, el asesinato de Mohsen Fakhrizadeh se produce a menos de dos meses antes de la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, quien fue elegido como presidente de Estados Unidos el pasado 3 de noviembre.
Por su parte, el diario New York Times informó a mediados de noviembre que Abdulá Ahmed Abdulá, alias Abu Mohamed al Masri y número dos de Al Qaeda, fue abatido en Teherán por agentes israelíes durante una misión secreta encargada por Estados Unidos. Irán desmintió la información.
El pacto nuclear
Para evitar que Teherán se hiciera con la bomba atómica, se firmó en julio de 2015 un acuerdo entre Irán y seis grandes potencias para limitar su programa nuclear, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
Este acuerdo, conocido como JCPOA en sus siglas en inglés, está muy debilitado luego de que Estados Unidos, bajo el Gobierno de Donald Trump, se retirara del mismo y volviera a imponer sanciones a Irán, que respondió por su parte reduciendo el cumplimiento de sus compromisos nucleares.
Este asesinato se produce en un momento de relativa esperanza para el pacto gracias a la victoria en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos de Joe Biden, que se presenta más partidario de la diplomacia y de regresar al JCPOA.
Precisamente, Biden prevé cambiar la posición de su país ante Irán, tras cuatro años de presidencia del republicano Donald Trump quien considera que este acuerdo no ofrece las garantías suficientes para impedir que Irán se dote del arma nuclear, mientras que la República islámica siempre ha negado buscar semejante armamento.
Sin embargo, Israel, que ha tenido en Trump a un aliado sin fisuras, siempre se ha manifestado en contra del acuerdo y ha acusado a Teherán de tener un programa secreto para producir bombas atómicas.
El propio Netanyahu afirmó recientemente que “no puede haber una vuelta atrás al pacto nuclear” y que hay que ceñirse a “una política intransigente para asegurar que Irán no desarrolle armas nucleares”.
La comunidad internacional y expertos en conflicto están alerta a los efectos que puede generar la muerte del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh y las posibles represalias que tomaría Irán, especialmente con Israel a quien responsabilizó de este asesinato.
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