Un equipo de científicos ha mantenido el ‘reloj del apocalipsis’, el cual simboliza la inminencia de una catástrofe planetaria, a 100 segundos de la medianoche para que la humanidad llegue a su fin. Sin embargo, advirtieron que la pandemia del COVID-19 ha sido un llamado de atención para el mundo.
Este reloj simbólico fue creado en 1947 por la ONG Boletín de los Científicos Atómicos para advertir sobre un cataclismo nuclear. El año pasado, las manecillas habían avanzado 20 segundos e indicaron la hora más cercana a la medianoche o fin de la humanidad en la historia del reloj.
“La mortal y aterradora pandemia de COVID-19 sirve como una llamada de atención histórica, un claro ejemplo de que los gobiernos y las organizaciones internacionales están mal preparados para hacer frente a las amenazas de las armas nucleares y el cambio climático que realmente podrían acabar con la civilización”, aseguró Rachel Bronson, directora de la organización.
En ese sentido, los científicos aseguraron que en el planeta se vienen presentando algunos indicios positivos frente a los acuerdos nucleares y sobre el cambio climático, pero la pandemia evidenció que hay una falla en la capacidad internacional para responder a los desastres.
“La pandemia reveló cuán poco preparados y poco dispuestos están los países y el sistema internacional para manejar adecuadamente las emergencias globales”, señalaron, al resaltar que muchos gobiernos renunciaron a su responsabilidad, a la cooperación e ignoraron a la ciencia sobre la protección de la salud provocando que miles de personas murieran innecesariamente.
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Los expertos reconocieron que las consecuencias de la pandemia son graves y duraderas pero no destruirá la civilización y por eso se espera que la enfermedad retroceda eventualmente durante este año.
Además, se debe contemplar la aparición de otros peligros como pandemias más virulentas y mortales, así como una guerra de “próxima generación” que podría amenazar al planeta en el futuro.
El riesgo nuclear
Los científicos han alertado que el riesgo nuclear es uno de los factores que más amenazan la existencia de la humanidad y por eso lamentó que varias potencias aceleraran sus programas nucleares en medio de un mundo menos estable.
En ese sentido, el desarrollo de vehículos y armas hipersónicas, misiles balísticos y sistemas de lanzamiento de armas que pueden usar ojivas nucleares pueden aumentar la probabilidad de que se “cometan errores” en tiempos en los que apremia la tensión.
“Las naciones nucleares han ignorado o socavado las herramientas diplomáticas y de seguridad prácticas y disponibles para gestionar los riesgos nucleares. Según nuestras estimaciones, el potencial para que el mundo caiga en una guerra nuclear, un peligro siempre presente en los últimos 75 años, aumentó en 2020”, reseña el informe.
De esta forma, el informe reseña que es preocupante que los gobiernos de Estados Unidos, Rusia y otros países como China, India, Corea del Norte y Paquistán consideren las armas nucleares cada vez más utilizables y tengan un desprecio por el potencial de una guerra nuclear accidental.
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Las pruebas realizadas en 2020 con este tipo de armamento ha conllevado a que se contemple una militarización del espacio, lo cual sería un escenario “peligrosamente desestabilizador y que aumenta el riesgo de escalada y conflicto accidental” entre los países.
“Estados Unidos, Rusia y las potencias nucleares del mundo deben dejar de gritarse entre sí. Es hora de eliminar las armas nucleares, no de construir más. Lo mismo ocurre con el cambio climático: Estados Unidos, China y otros países importantes deben abordar seriamente las emisiones mortales de carbono”, argumentó Jerry Brown, presidente de la ONG.
Creado después de la Segunda Guerra Mundial, el reloj del apocalipsis originalmente apuntaba a siete minutos antes de la medianoche.
En 1991, al final de la Guerra Fría, retrocedió a 17 minutos antes de la medianoche. En 1953, así como en 2018 y 2019, estuvo en la medianoche menos dos minutos.
El cambio climático
El informe también establece que los gobiernos no han abordado suficientemente la lucha contra el cambio climático, a pesar de que la pandemia generó una disminución temporal de las emisiones que causan el calentamiento global.
Sin embargo, los expertos advierten que las naciones deben tener un compromiso real durante esta década por disminuir drásticamente el uso de combustibles fósiles y a apostar masivamente por energías alternativas y sostenibles si se quiere evitar peores efectos del cambio climático.
“Las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un récord en 2020, uno de los dos años más cálidos registrados. Los incendios forestales masivos y los ciclones catastróficos de 2020 son ilustraciones de la gran devastación que solo aumentará si los gobiernos no amplifican sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero”, concluyeron.
El informe también establece que en la actualidad el clima del planeta va en la dirección equivocada y han sido muy pocos los avances del Acuerdo de París para reducir las emisiones y esta es una de las causas para mantener el ‘reloj del apocalipsis’ a 100 segundos de la media noche.
En ese sentido, se resaltó que los incendios se han vuelto cada vez más frecuentes y devastadores, así como la incidencia de los huracanes y tormentas. Además, se ha evidenciado que el nivel del mar esta aumentando por el deshielo de los glaciares representando una latente amenaza para millones de personas que viven en zonas costeras.
“Establecimos el Reloj del Juicio Final (reloj del apocalipsis) en 100 segundos para la medianoche, lo más cerca que ha estado nunca, porque los riesgos existenciales que enfrenta la humanidad exigen una acción rápida y completa en todo el complejo espectro de amenazas del siglo XXI”, concluye el informe.
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América Digital / Con información de agencias
