Adut Akech nació en un campo de refugiados en plena guerra civil de Sudán, su padre abandonó a su madre y ella junto a sus cinco hermanas, así terminaron en un campo de refugiados en Kenia. Fue a los seis años cuando su familia logró emigrar a Australia.
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En entrevista con CNN, Adut afirmó que crecer en ese ambiente fue difícil, pues fue acosada por el color de su piel, su delgadez y sus dientes separados. Como los profesores australianos no podían pronunciar su nombre correctamente, ella decidió llamarse Mary y no fue sino hasta que entró en el mundo de la moda que recuperó su verdadera identidad y comenzó a llamarse Adut otra vez.
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Comenzó a modelar a los 13 años en Australia y su entrada a la moda internacional fue por la puerta grande. En 2017, Adut Akech desfiló de forma exclusiva para Yves Saint Laurent y luego fue firmada por la agencia Elite Model Management en París.
Desde entonces, ha modelado para Valentino, Dior, Versace, Burberry, Alexander McQueen, Prada, Moschino y es la segunda modelo negra en cerrar el desfile de alta costura de Chanel.
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“Aunque me convierta en la mujer más rica del mundo, siempre seguiré siendo una refugiada”, señala Adut, quien trabaja con el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas en su causa de visibilizar las historias de los refugiados en todo el mundo.
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La modelo también es activista por la inclusión y el cambio de los estándares eurocéntricos de belleza. Al ser consultada sobre sus metas, ha dicho que a los 30 años espera tener su propio imperio y definitivamente va en camino a lograrlo.
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