Debido a la pandemia del coronavirus en Chile; niños que viven en zonas rurales reciben clases en furgonetas escolares por la falta de computadores o Internet en sus hogares, que les impide tener sus clases virtuales.
En el sur de Chile, una pequeña escuela se reinventó y ahora usa furgonetas para acercar las aulas a los niños de zonas rurales, en su mayoría de origen mapuche, que no cuentan con los elementos adecuados para recibir las clases desde sus casas.
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Por la llegada del coronavirus a Chile; millones de niños tuvieron que abandonar las escuelas y seguir las clases virtuales, pero existen zonas rurales hasta donde no llega el Internet y muchos niños no pueden recibir sus clases.
Según un estudio de la Fundación País Digital, hasta el 76% de los alumnos no tiene acceso a Internet; como sucede en La Araucanía, una de las regiones más pobres del país, según documentó AFP.
Por esta razón, en esta zona rural, cientos de niños se quedaron sin la oportunidad de recibir sus clases y una profesora junto con el conductor de un furgón escolar, decidieron ir hasta la comuna de Carahue para darle clases presenciales a los menores que no tienen acceso a Internet en sus casas.
Los niños de esta zona rural reciben sus clases a diario, con todas las medidas de bioseguridad, distanciamiento social, aplicación de alcohol gel; el uso de trajes desechables, protectores de calzado y mascarillas para evitar contagios del COVID-19.
El grupo de 25 alumnos recibe clases en la zona rural en la que viven, además, el colegio les presta apoyo pedagógico y emocional debido a la situación por la que atraviesa el país, lo que le permite al docente detectar el estado anímico del menor.
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Estas actividades se realizan con el fin de que los niños de zonas rurales tengan la oportunidad, como cualquier otro estudiante que está desde la comodidad de su casa, de recibir las clases correctamente pese a la emergencia del coronavirus en Chile.
Así, la maestra aseguró que esta es una iniciativa pedagógica, emocional y sanitaria, pero además, la realiza por el amor que le tiene a sus alumnos, que pertenecen a una zona rural vulnerable donde también, otros docentes ofrecen sus clases hasta por radio para evitar que los niños dejen de estudiar.
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