En una granja santuario de Virginia, Estados Unidos, los mugidos de Jenna, una joven vaca, despiertan a Ryan Phillips, quien además de ser su dueño es el amigo que la rescató de ser sacrificada por haber nacido infértil y sin capacidades de producir leche.
No puede comenzar su día sin un abrazo o un mimo de su amigo Ryan. Al salir el sol, la vaca Jenna se dirige hasta la ventana de la casa de su dueño, muge y muge sin parar, hasta que Philips, de 42 años, abre y y saca sus brazos para darle un tierno abrazo y unas buenas caricias.
“Jenna realmente ama a su padre. A veces se impacienta para que salga, así que le llama desde la ventana”, dice una publicación en Facebook desde la cuenta llamada ‘Vida con cerdos’, en la que compartieron un video donde se observa la rutina matutina de la vaca.
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Jenna estaba destinada a ser sacrificada debido a que nació con el síndrome de Freemartin, una mutación genética que produce infertilidad. Sin embargo, a los tres días de nacida, Phillips y su esposa Mallory Sherman, decidieron rescatarla y salvarla, en el 2018.
Phillips se encargó de cuidarla, alimentarla y consentirla desde que era una bebé. Esto generó un vínculo tan estrecho con la vaca, que aún no se sabe si es por gratitud o simplemente por amor, lo que motiva cada mañana a que Jenna acuda hasta la ventana de manera impaciente para ver a su dueño.
“Jenna me trata como si fuera su mejor amigo y me vio como si fuera su madre cuando era pequeña porque le traía y le daba biberones. Me golpeaba en la barriga para intentar que saliera más leche. Pasé todas las noches hablando y acostado con ella en el granero y asegurándome de que estuviera sana y feliz”, le dijo Ryan Phillips a Fox News en una entrevista.
Jenna no se marcha de la ventana hasta que plácidamente las manos de su querido amo y amigo Ryan están sobre ella. Pero este no es el único momento que comparten juntos. Durante el día, Phillips se encarga de pasear con ella, jugar y, al final, tampoco se le tiene permitido irse a dormir sin despedirse de su querida vaca.
“Continuamos teniendo un vínculo muy grande. Ella muge por mí y necesita abrazos matutinos, así como mucho tiempo juntos durante el día, y abrazos de buenas noches y rasguños también. Somos realmente los mejores amigos y definitivamente es tan familiar como cualquier ser humano”, indicó el granjero Ryan en entrevista.
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