Foca de Saimaa, la lucha de Finlandia por salvar a una de las especies más raras y amenazadas del mundo

El mundo lucha por salvar algunas especies de la extinción, pero este objetivo representa un arduo trabajo como el que viene realizando Finlandia para proteger a una de las especies de foca más raras y amenazadas del planeta.

Este increíble animal de color gris oscuro y largos bigotes vive en las serenas aguas del lago Saimaa en donde se estima que hay tan solo unos 400 ejemplares, unas cuatro veces más que las que habían en la década de 1980 cuando estuvieron a punto de desaparecer.

Sin embargo, aunque ha habido un avance para garantizar la supervivencia de la ‘saimaannorppa’, el país está todavía muy lejos de evitar completamente su extinción.

En este increíble trabajo han participado varias personas como Risto Eronen, un jubilado que desde su infancia ha visto de cerca las idas y venidas de las focas anilladas de Saimaa.

“Es Eeva. No se está alejando porque nos conocemos desde hace casi 30 años. Es la gran señora de Saimaa y ha traído al mundo a 10 cachorros en su vida”, explicó este hombre de 70 años mientras recorre el lago en su lancha cerca de la frontera con Rusia.

Los expertos han explicado que esta foca es endémica de Finlandia y se estableció en este lago desde el fin de la Edad de Hielo y a través de los años se adaptó a vivir en el agua dulce.

La funcionaria de la Asociación Finlandesa para la Conservación de la Naturaleza (SLL), Kaarina Tiainen, explicó que el calentamiento global ha afectado considerablemente a esta extraña especie de foca, lo cual se suma a la afectación por cuenta de la pesca.

“Los inviernos más suaves, debido al cambio climático han hecho su vida más difícil porque las focas necesitan hielo y nieve para construir sus madrigueras de reproducción”, indicó Tiainen.

De acuerdo con la experta, la mayor amenaza para la foca es la pesca de vendace, un pequeño pez blanco que se come en verano, pero que deja cada año entre cuatro y ocho cachorros de foca ahogados al quedar atrapados en las redes de los pescadores.

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Durante el recorrido con este hombre se pudo evidenciar que mientras el resto de focas habían dejado sus lugares de reproducción en las rocas en busca de las profundidades del lago, Eeva siguió en la superficie y se ha podido identificar fácilmente por su particular aullido.

“Probablemente sea por un anzuelo en su garganta. Se vio atrapada en una zona de pesca y empezó a emitir esos silbidos diferentes y a pasar más tiempo en la superficie para poder respirar”, explicó Eronen.

Los límites a la pesca con red habían generado rechazo en este lugar turístico, que dispone de 50.000 cabañas de verano y que registraba decenas de miles de visitantes antes de la pandemia.

“La pesca con red es un modo de vida para muchos aquí”, indicó Teemu Himanen, cuya asociación emitió el año pasado 980 permisos de pesca para visitantes a Saimaa.

De acuerdo con este pescador, las amenazas que pesan sobre las focas se exageran, ya que “si la red está bien anclada al fondo, la foca puede fácilmente evitar quedar atrapada”.

Esta nueva directriz ha generado un nuevo pulso entre las autoridades, las organizaciones animalistas y los pescadores, a quienes les han propuesto que firmen una declaración para abandonar la pesca con red y recibir a  cambio una trampa para peces gratuitamente.

“La popularidad de esta iniciativa es una señal de que el deseo de proteger a la foca de Saimaa ha aumentado” en los últimos años”, aseguró.

Sin embargo, el secretario de la asociación de pesca resaltó la iniciativa pero cree que las trampas gratuitas no dejarán contentos a muchos pescadores.

“No creo que se puedan eliminar totalmente las redes en Saimaa. No se puede capturar la misma cantidad de peces con una trampa”, indicó Himanen.

La especie está considerada “en peligro” por las autoridades finlandesas y europeas y las encuestas muestran que la mayoría de los habitantes de Finlandia apoya que las normas para proteger a las focas aumenten.

El líder de la asociación reconoció que a medida que la situación de las focas se hace más conocida, más gente quiere viajar a la región a ver al animal y por eso es crucial para encontrar un equilibrio constante.

“Cuando había solo 300 focas, dijeron que necesitábamos controlar las redes de pesca para llegar a 400. Pero ahora superamos los 400 y se sigue diciendo lo mismo”, indicó Himanen.

Lo cierto es que la meta del gobierno es alcanzar un “nivel adecuado de protección” de esta foca de Saimaa, pero los activistas estiman que la población de focas debería ser de al menos 1.000 o 2.000 ejemplares antes de levantar las restricciones.

Finalmente, esta lucha demuestra lo difícil que puede ser salvar a una especie de la extinción y el drástico impacto que puede tener una decisión en el futuro de una especie considerada una de las más raras del mundo.

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