En su editorial de este 06 de agosto, César Miguel Rondón habla sobre la polémica entrevista que le hizo el periodista Jonathan Swan al presidente Donald Trump.
El presentador comienza diciendo que “acercarse a los millennials debe haber sido el objetivo que buscaba el equipo de campaña de Trump, cuando coordinaron la entrevista con el joven, de apenas 35 años, periodista australiano Jonathan Swan, corresponsal en la Casa Blanca para el medio Axios”.
Sin embargo, Rondón sostiene que en el encuentro “pudo medirse la tesitura del liderazgo del presidente estadounidense”.
Rondón explica que en un momento de la entrevista, el periodista le comenta de una respuesta que el Trump dió a otro colega, sobre Ghislaine Maxwell.
Swan le recuerda, dice el presentador, que Ghislaine Maxwell ha sido arrestada por acusaciones de tráfico sexual de niños y le repregunta ¿por qué le desearía bien a esa persona?
“Trump dijo que no sabía sobre las acusaciones cuando le dijo a los periodistas en la Casa Blanca que le deseaba lo mejor. Pero sí sé que su amigo, o novio, fue asesinado o cometió suicidio en la cárcel. Ella ahora está en la cárcel. Sí, le deseo lo mejor, le desearía lo mejor, le desearía a mucha gente lo mejor. Buena suerte. Dejen que prueben que alguien fue culpable”, dice César Miguel Rondón citando las frases del mandatario.
Al mismo tiempo, el presentador se cuestiona: “¿Puede un Presidente de la República asumir que hace bien a su imagen desearle bien a alguien sospechoso de haberle hecho tanto mal a niñas inocentes?”.
Rondón cierra su sección apuntando: “dicen que las palabras pueden ser más peligrosas que las balas, ¿será por lo que dejan tras de ellas, por lo que revelan? Es acaso necesario ¿decir más?”.
América Digital