Hace meses la Oficina del Censo de Estados Unidos había pedido más tiempo para completar el censo debido a las limitaciones impuestas por la pandemia en la recolección de datos.
Pero ahora con nueva fecha límite para el 30 de septiembre, la Oficina del Censo debe contar con precisión a los residentes más difíciles de alcanzar de la nación, alrededor de 60 millones de hogares, en solo seis semanas.
¿Será posible? Adicionalmente, si la administración Trump intentase excluir a los residentes indocumentados del recuento de redistribución, estaría abriendo la puerta a modificar los totales del censo. Se hablaría entonces de que la redistribución de la población de un estado dependería por primera vez de cuántos “no ciudadanos” fueron eliminados del recuento, no de cuantos fueron contados.
Cesar Miguel Rondón analiza el tema con Adriana Carrera, editora de la Revista Familia de Broward y una de las portavoces del Censo 2020 para la comunidad hispanohablante.