Italo Ferreira, el campeón olímpico que empezó surfeando en la tapa de una nevera de poliestireno

El brasileño Italo Ferreira se convirtió en el primer campeón olímpico de surf en los Juegos de Tokio-2020, luego de que esta modalidad fuera incluida en estas justas deportivas.

La historia de este deportista se ha convertido un ejemplo de superación luego de que alcanzara una medalla de oro luego de que hace unos años empezara a practicar surf en la tapa de una nevera de poliestireno, en la que su padre vendía pescado.

“Ha sido increíble vivir todo esto, de verdad, vine aquí con este deseo de ganar una medalla, me preparé y Dios me honró. Tengo buenos éxitos y eso sólo me motiva para perseguir nuevos sueños, para seguir creciendo y seguir evolucionando como atleta”, indicó Ferreira.

De esta forma, este brasileño alcanza la gloria olímpica en Tokio luego de haber obtenido el título como campeón mundial de surf en 2019.

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Italo se mostró muy conmovido por convertirse en el primer deportista en surfear una ola en unos Juegos Olímpicos y ganar la primera presea de oro, unos logros que quedarán en los libros de historia de las justas deportivas.

“Un día un primo me dio una tabla rota, pero era suficiente y mejor que el poliestireno. Después mi papá me compró una tabla, la pagó con un pescado y el resto en dinero. A partir de entonces empecé a surfear un poco más”, indicó Italo.

De esta forma, este joven inició practicando este deporte de una forma muy artesanal y fue a través de su padre quien vendía pescado en el noreste del país que pudo empezar a surfear con mejores tablas.

Este brasileño empezó enfrentándose a las olas con tan solo ocho años y poco a poco fue convirtiéndose en uno de los mejores del mundo.

Tras Adriano de Souza ‘Mineirinho’ (2015) y Medina (2014 y 2018), Ferreira fue el tercer brasileño en coronarse campeón mundial de surf, una especialidad que cada vez se abre más espacio en Brasil.

Desde su infancia, sus tablas mejoraron de calidad y sus trofeos se acumularon, un fiel ejemplo de superación que protagonizan muchos de los deportistas que asisten a los Juegos Olímpicos.

“Venimos de lugares donde nos tenemos que superar. Cada victoria te da mucha garra, mucha perseverancia, eso nos vuelve más profesionales, nos da más ganas de vencer”, aseguró.

Hasta su adolescencia, veía lo que hoy es su profesión como un hobby, pero empezó a competir en torneos locales, a los que en ocasiones se inscribía pidiendo dinero en mercados y farmacias, hasta que Luiz “Pinga” Campos, reconocido descubridor de surfistas, se fijó en él.

“Ahí me di cuenta de que podría ir más allá si me dedicaba de lleno y así, cada vez que ganara un campeonato, podría ayudar a mis papás”, reconoció.

La inclusión del surf como una de las nuevas disciplinas en Tokio le abrió nuevos horizontes, después del parón que la pandemia impuso el año pasado en todas las competiciones.

“Me siento uno de los favoritos, ganar es algo en lo que vengo trabajando y un deseo (…) que de cierta forma puede cambiar mi vida, es algo que aún nadie conquistó y sería histórico”, expresó antes de debutar en estos olímpicos.

La camada de surfistas brasileños campeones dio visibilidad a este deporte, en un país donde el fútbol es religión.

El mismo Ferreira pateaba la pelota desde niño pero siempre terminaba peleando cuando le hacían una falta. “En el surf uno se desquita con la ola, no necesita pegarle a otra persona”, bromeó.

Finalmente, Italo Ferreira regresará a a Baía Formosa vestido de oro siendo un gran ejemplo de superación como el de muchos deportistas que se imponen ante las adversidades para cumplir sus sueños.

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