Hay conmoción en el fútbol y más allá. Todo el mundo deportivo o no está en shock. Muere el argentino Diego Armando Maradona, leyenda del balompié, del deporte y una de las personalidades más importantes del planeta en los últimos cuarenta años. La información fue dada por el Diario Clarín de Argentina, y pronto los medios de comunicación más importantes del mundo se hicieron eco de la noticia.
De acuerdo con el reporte argentino, el Diego sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba en su casa en Tigre, localidad cercana a Buenos Aires. Tras detener su carrera como entrenador el Gimnasia y Esgrima La Plata, debido a complicaciones de salud, Maradona fue internado poco después de cumplir 60 años por comportamientos erráticos y una depresión profunda.
Según la prensa argentina, alrededor del mediodía (hora de Buenos Aires) Maradona se descompensó y sufrió un paro cardiorespiratorio del que no lo pudieron sacar las personas que tenía cerca. Esos fueron los últimos momentos del día.
Poco después de ser hospitalizado, el campeón del mundo de 1986 arrojó raros resultados en exámenes neurológicos. Fue operado inmediatamente de un hematoma subdural en el lado izquierdo de la cabeza, y si bien se reportó la cirugía como un éxito, el exjugador mostró un cuadro de abstinencia por sus adicciones. De hecho, Maradona muere bajo el halo de los problemas con el alcohol.
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La carrera de Maradona es una de las más laureadas en la historia del fútbol mundial. Ganó la Copa del Mundo de México 1986, y dejó dos goles memorables: la Mano de Dios y el Gol del Siglo, ambos contra Inglaterra en el Estadio Azteca. Fue campeón de la Copa UEFA con el Napoli, también ganó la Primera División de Argentina con Boca Juniors y la Serie A con el Napoli.
Si bien Maradona muere como un héroe dentro del terreno de juego, fuera de las canchas fue una personalidad polémica y controvertida. Tuvo fuertes problemas con las adicciones, las cuales se hicieron públicas en los 90. Su salud se vio deteriorada por la cocaína y otras drogas fuertes. Además, tuvo un carácter volátil que no dudó demostrar en las tribunas de estadios.
La carrera de Maradona también abarca el banquillo, pues fue el seleccionador de Argentina en la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Es considerado por muchos el mejor jugador de la historia del fúbol.
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