Unos guardias de una cárcel en Estados Unidos han sido acusados por utilizar la reconocida canción infantil ‘Baby Shark’, como un supuesto método de tortura o sufrimiento en contra de unos presos.
El hecho se registró en una cárcel en Oklahoma en donde unos presos fueron esposados a una pared y obligados a escuchar durante varias horas esta particular canción para niños.
De esta forma, los exoficiales de la cárcel Christian Miles y Gregory Butler, así como el exsupervisor Christopher Hendershott fueron acusados por los delitos de crueldad y castigo corporal hacia reclusos, así como por conspiración.
El portal Buzzfeed reseña que estos hechos se habrían registrado con al menos cinco prisioneros entre noviembre y diciembre del año pasado, en donde dos de los reclusos fueron obligados a permanecer de pie durante unas dos horas.
“La canción se puso en un bucle para que se reproduzca repetidamente en voz alta … lo que provocó un estrés emocional indebido en los reclusos que probablemente ya sufrían de factores estresantes físicos”, explicaron los investigadores, según Buzzfeed News.
De acuerdo con las versiones, los guardias vieron este acto como una broma pero lo cierto es que este tipo de hechos constituyen un tipo de tortura y abuso de poder por parte de los uniformados.
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Por su parte, el periódico The Oklahoman informó que el fiscal del distrito del condado de Oklahoma, David Prater, acusó por delitos menores de crueldad a estos oficiales debido a que no existen delitos graves que se ajusten a estos hechos.
“Fue una pena que no pude encontrar un estatuto de delitos graves que se ajustara a este escenario de hechos. Hubiera preferido presentar un delito grave por este comportamiento”, indicó Prater.
De acuerdo con el fiscal, estos tres uniformados habían actuado de forma conjunta y de manera cruel cuando sometieron a estos presos a escuchar la canción infantil ‘Baby Shark’ de forma repetitiva.
“Reproducir la canción una y otra vez puso un estrés emocional indebido en los reclusos que probablemente ya estaban sufriendo por estar esposados a la pared”, indicó Prater.
Tras conocerse estos lamentables hechos, los guardias fueron suspendidos mientras se adelantaban las investigaciones por parte de las autoridades.
Precisamente, el uso de canciones como forma de tortura psicológica ha sido documentado en Estados Unidos luego de que se conociera un informe que daba cuenta de esta estrategia de tortura por parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
El diario The New York Times también recordó que la canción infantil ‘Baby Shark’ había sido utilizada en la ciudad de West Palm Beach en Florida para disuadir a las personas sin hogar para que no durmieran a las afueras de un centro de eventos.
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