El alcalde Nueva York anunció que implementará un multimillonario plan alimentario con el fin de apoyar a todos aquellos ciudadanos que necesitan comida durante esta cuarentena.
“No vamos a dejar que ningún neoyorquino pase hambre”, subrayó el alcalde, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa.
La iniciativa incluirá la distribución de millones de alimentos al mes y se contará de una reserva de comida para afrontar posibles problemas en la cadena de suministro.
Presupuesto para el programa
La Gran Manzana, el epicentro de la pandemia en Estados Unidos, dedicará 170 millones de dólares a este plan alimentario durante los próximos cuatro meses ante el creciente riesgo de inseguridad alimentaria.
Se estima que más medio millón de personas podrían perder su trabajo como consecuencia de la cuarentena.
Además de la compra de alimentos; este proyecto contratará más de 11.000 taxistas y conductores para entregar comida a domicilio a personas que lo necesiten y una partida de 25 millones de dólares para apoyar a organizaciones que distribuyen alimentos.
La ciudad invertirá 50 millones de dólares, para crear una reserva alimentaria de emergencia con 18 millones de raciones de alimentos no perecederos; diseñada para poder afrontar cualquier posible problema en la cadena de suministro.
Cabe destacar, que el nuevo plan alimentario se suma a un programa ya existente; el cual ha distribuido 4.5 millones de raciones durante la crisis por el COVID-19.
Se prevé, que en el marco de este plan alimentario para Nueva York, para finales de abril sean 10 millones de raciones entregadas y en mayo alcanzarían los 15 millones, señala Blasio.
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¿Quiénes son los principales beneficiados?
Antes de la crisis por COVID-19, cerca de 2 millones de neoyorquinos estaban en situación de inseguridad alimentaria.
Según explicó el alcalde la pandemia disparará el riesgo de que mucha gente no tenga dinero para comer.
Así mismo, con el fin de proteger al personal de supermercados y tiendas de alimentación; el Ayuntamiento recomendará a partir de ahora a los establecimientos que exijan a los clientes cubrirse el rostro mientras hacen sus compras.
Por otra parte, De Blasio advirtió este miércoles del duro golpe que el coronavirus está suponiendo para las arcas de la ciudad, con unas pérdidas estimadas ya entre 5.000 y 10.000 millones de dólares.
“Nuestros ingresos han desaparecido, nuestra base fiscal ha desaparecido, nuestra economía ha desaparecido”, explicó en una entrevista con la cadena CNN, en la que avisó de que, sin ayuda federal, la Gran Manzana no podrá dar “servicios básicos” a sus ciudadanos, incluidos servicios de emergencias, de policía o de recogida de basura.
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