Una fuerte y peligrosa ola de calor viene azotando al noroeste de Estados Unidos y Canadá, registrando temperaturas récord que superaron los 45 grados centígrados en zonas en donde el clima suele ser generalmente templado y que preliminarmente ha provocado cientos de muertes.
Las autoridades han tenido que cerrar escuelas y clínicas de vacunación contra el COVID-19, así como un evento clasificatorio para los Juegos Olímpicos debido a que las altas temperaturas han alcanzado un gran nivel que puede poner en riesgo la salud humana.
La compleja situación ha generado la muerte repentina de personas vinculadas a esta ola de calor en Vancouver, al oeste de Canadá; país que sumó la temperatura récord más alta de su historia con 49.5° centígrados en la localidad de Lytton.
La policía federal y las oficinas policiales de la región de Vancouver anunciaron que al menos 134 personas han muerto repentinamente en esa región de la costa Pacífica, que enfrenta una histórica ola de calor que también afecta al oeste de Estados Unidos.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) se pronunció sobre este fenómeno calificándolo de “excepcional y peligroso”, asegurando que este tipo de olas de calor son una consecuencias directa del cambio climático en el planeta.
“Se han roto tantos récords que es difícil llevar la cuenta”, indicó Clare Nullis, portavoz de la OMM, al advertir que este tipo de olas de calor se están volviendo más frecuentes y prolongadas y representarán una amenaza para la salud de las personas, la agricultura y el medio ambiente.
Los expertos han resaltado que esta región del noroeste de Estados Unidos y Canadá no está acostumbrada a ese tipo de calor y menos del 40 % de las casas tienen aire acondicionado en la costa, lo que está provocando que muchas personas tengan que ir a librerías o centros comerciales durante unas horas para refrescarse.
Precisamente, el pueblo canadiense de Lytton, en la provincia de Columbia Británica, rompió su récord de calor con 46,6 grados centígrados, pero tan solo 24 horas después lo superó llegando a los 47,9 grados centígrados.
“Estamos batiendo récords que no tiene sentido batir tan pronto en la temporada. Hemos tenido muchos días seguidos así y cada día nos despertamos con temperaturas más altas”, aseguró Armel Castellan, meteorólogo canadiense.
De acuerdo con el experto, las temperaturas nocturnas vienen siendo más altas que el promedio registrado durante el día en el mes de junio, lo cual representa un gran problema porque “nuestros cuerpos tienen que enfriarse antes de afrontar otro día de altas temperaturas”.
Además de Estados Unidos y Canadá, otras partes del Hemisferio Norte están sufriendo estas olas de calor como el Norte de África, la Península Arábiga, el este de Europa, Irán, el noroeste del subcontinente indio y Rusia occidental.
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El climatólogo principal de Environment Canadá, David Phillips, explicó que lo que se viene registrando es un calor desértico muy seco y caliente.
“Somos el segundo país más frío del mundo y el más nevado. A menudo vemos olas de frío y ventiscas, pero pocas veces hablamos de un clima caluroso como este. Dubái sería más fresco que lo que estamos viendo ahora”, indicó Phillips.
Temperaturas extremadamente peligrosas
Los estadounidenses también están sufriendo temperaturas sofocantes en los estados del noroeste por lo que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) alertó que este nivel de calor es “extremadamente peligroso”.
De hecho, Amazon anunció que iba a abrir al público parte de su sede de Seattle como punto para refrescarse con una capacidad de 1.000 plazas debido a que muchos hogares carecen de aire acondicionado en esta ciudad típicamente templada.
El calor extremo, combinado con una intensa sequía en el Oeste americano, ha favorecido la aparición de varios incendios durante el fin de semana. Uno de ellos, en el límite de Oregón y California, quemó unas 600 hectáreas obligando a las autoridades a evacuar a algunos residentes y a cerrar una carretera estatal.
Las autoridades también instalaron “estaciones de refresco” en diferentes puntos de las ciudades y organizaron una campaña para concienciar sobre los peligros que corren las mascotas y sus dueños durante la ola de calor.
Precisamente, el récord mundial de temperatura se registró oficialmente el 10 de julio de 1913 no lejos de Las Vegas, en la parte californiana del Valle de la Muerte cuando los termómetros alcanzaron 56,7° centígrados.
Las autoridades temen las consecuencias del calor extremo con la propagación de los incendios forestales, particularmente tempranos e intensos este año y agravados por la sequía que azota el oeste estadounidense.
Los científicos han asegurado que esta ola de calor se debe a un fenómeno conocido como cúpula de calor en donde las altas presiones atrapan el aire caliente en la región.
“La intensidad de esta cúpula de calor es tan rara estadísticamente que sólo podría esperarse una vez cada varios miles de años de media. Pero el cambio climático inducido por el hombre ha hecho que este tipo de eventos excepcionales sean más probables”, indicaron los expertos en meteorología del Washington Post.
Finalmente, la OMM ha vinculado estas altas temperaturas a principios del verano al cambio climático, ya que las temperaturas globales son 1,2 grados más altas que los niveles antes de la industrialización y podrían aumentar 2 grados centígrados más.
“Limitar el calentamiento global a 1,5 grados en vez de los 2 grados esperados podría resultar en 420 millones de personas menos expuestas a olas de calor severas”, aseguró la OMS.
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