El artista y cineasta estadounidense Doug Aitken instaló en la cima de una montaña suiza una casa recubierta de espejos e inspirada en la tradicional cabaña arquetípica del oeste americano. Funciona como una obra de arte y estará abierta a los visitantes durante dos años.
Esta construcción, o “intervención arquitectónica”, como la denomina Aitken, permanecerá abierta al público hasta enero de 2021. Se denomina ‘Mirage Gstaad’ y se encuentra cerca de la ciudad y estación invernal de Gstaad, en el cantón de Berna, Suiza.
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A ‘Mirage Gstaad’ se accede exclusivamente a pie dando una caminata de entre quince y veinte minutos por una ruta de senderismo, pues está estrictamente prohibido estacionar cualquier vehículo cerca de la instalación.
Reflejando las montañas
‘Mirage Gstaad’ está hecha de madera y acero, con un acabado de aluminio espejado, según la revista tecnológica New Atlas. Su gran atractivo es la utilización de la frecuencia de la luz para reflejar el sublime paisaje de los Alpes.
Con cada superficie disponible revestida de espejo, esta construcción absorbe y refleja el paisaje alrededor, de tal manera, que su exterior aparenta desaparece. Su interior, por su parte, conduce al espectador a un calidoscopio de luz y reflejos que nunca termina.
“Cuando esta clásica casa suburbana de una planta recubierta de espejos por dentro y fuera absorbe el paisaje y lo refleja, se convierte en un dispositivo de encuadre perceptivo que rebota sin cesar”, destacan desde la institución.
“Mirage Gstaad es la reconfiguración de una idea arquitectónica: la casa suburbana estadounidense, aparentemente genérica, ahora sin un relato, sin sus habitantes, sin sus posesiones”, señala Sandra Roemermann, gerente de proyectos y comunicaciones de la Fundación Luma.
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Añade que esta estructura mínima “ahora funciona completamente en respuesta al paisaje alpino que la rodea, con el telón de fondo de la montaña. Sus puertas, ventanas y aberturas han sido eliminadas para crear una relación fluida con el entorno circundante”.
“Esta ‘escultura’ refleja y absorbe su entorno para posteriormente desaparecer”, concluyó Roemermann.
Con información de EFE
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