El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, asumirá el poder este 10 de diciembre con un Congreso dominado por su fuerza política (peronismo) en ambas cámaras y en el marco de grandes desafíos económicos y reclamos sociales en el país.
Los 130 diputados electos en los comicios de octubre en los que el centroizquierdista Fernández triunfó con algo más de 48% de los votos, truncando la reelección del conservador Mauricio Macri, ya prestaron juramento en la cámara baja para un periodo de cuatro años.
Como primera minoría está el Frente de Todos, liderado por Fernández, que cuenta con 120 diputados y está cerca de los 129 que necesita para conseguir quorum propio que le permita abrir el debate legislativo. Para ello contaría con la ayuda de los integrantes de un nuevo bloque que se le acercó en las últimas horas, entre ellos tres disidentes del macrismo.
El bloque de diputados peronista será presidido por Máximo Kirchner, hijo de los expresidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), quien a su vez dejará sus funciones como senadora y regresará al poder como vicepresidenta del país.
El joven legislador y su madre están procesados por la justicia por supuestos actos de corrupción que niegan haber cometido pero sus fueros evitan que puedan ser detenidos.
Ante el estrado principal de la cámara baja, los diputados emplearon distintos juramentos para asumir su escaño. La mayoría de los kirchneristas lo hicieron por Néstor y Cristina Kirchner.
En tanto, el bloque que responde a Macri es el segundo en importancia en la Cámara de Diputados. El mandatario saliente alcanzó poco más del 40% de los votos en los comicios.
Mientras los diputados juraban el cargo, movimientos sociales protestaban en diferentes puntos de Buenos Aires, algunos en rechazo al alto endeudamiento que deja el gobierno saliente y otros en reclamo de aumentos salariales.
En tanto, el Senado se conformó días atrás con el Frente de Todos como principal fuerza al sumar 41 senadores para el periodo 2019-2023 que le garantizan quorum propio para sesionar.
Después de que Fernández asuma el poder, se prevé que la primera discusión parlamentaria girará en torno del presupuesto para 2020 en un contexto de recesión económica, una inflación estimada en más del 50% y fuerte endeudamiento.
Uno de los principales frentes problemáticos del futuro gobierno es la renegociación del pago de los títulos de deuda con acreedores y de un préstamo millonario con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En septiembre el gobierno de Macri envió al Congreso un proyecto para renegociar los bonos del país emitidos bajo ley local en el marco del plan de postergación de pagos de toda la deuda argentina, que aún no ha comenzado a debatirse.
Por otro lado, Fernández anunció hace unos días que no le pedirá al FMI un desembolso pendiente del préstamo por más de 56.000 millones de dólares otorgado a Argentina en 2018 en medio de una fuerte devaluación del peso y por el que exigió a cambio un fuerte ajuste fiscal que terminó profundizado la recesión.
América Digital / AP