Un caso poco común ha sido reseñado por médicos de Holanda y Alemania en la revista de la Sociedad de Trasplantes de Estados Unidos: la transmisión de cáncer a través de la donación de órganos.
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Los hechos se remiten al año 2007: una mujer de 53 años falleció por un infarto cerebral y tras realizarle los controles médicos pertinentes y no detectar ningún marcador tumoral, sus pulmones, riñones e hígado fueron trasplantados a otras personas.
La mujer que recibió los pulmones fue diagnosticada un año después son cáncer de mama con metástasis a otros órganos. La organización Eurotrasplant decidió alertar sobre el caso a inicios de 2010, luego de que se determinara con análisis de ADN que las células tumorales por las que falleció la mujer trasplantada venían de la donante.
En 2013 murió la mujer que había recibido el riñón izquierdo también por cáncer y en 2014, falleció la mujer que recibió el hígado de la donante. Esta última había sido alertada sobre la presencia de células cancerígenas, pero rechazó que le quitaran el órgano.
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El cuarto trasplantado, un hombre de 32 años, también conoció la situación con su riñón trasplantado, le hicieron una operación para extraerle el órgano y tras recibir tratamiento contra el cáncer, siguió su vida con normalidad.
Los análisis determinaron que todos los pacientes trasplantados tenían marcadores de ADN en las células cancerígenas que coincidían con el material genético de la donante. La investigación también reveló que la persona que recibió el corazón de la mujer murió meses después del trasplante por una infección.
“Este es el primer caso de transmisión del cáncer de mama como consecuencia de un trasplante de órganos de una sola paciente afectando a cuatro receptores”, expresaron los encargados del estudio que añaden que ninguna investigación previa había identificado “un intervalo tan largo entre el trasplante y la manifestación del tumor”.
La mujer cuyos órganos fueron donados padecía de ‘micrometástasis’, una condición que pasó inadvertida en los estudios médicos previos a los trasplantes y que estaba presente en los órganos donados. Los responsables del estudio aseguran que en este caso no hubo un fallo en el protocolo de trasplantes debido a que el riesgo de transmisión ocurre aproximadamente en cinco de cada 10.000 trasplantes (datos de la Organización Nacional de Trasplantes).
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— América Digital (@AmericaDigital) 19 de septiembre de 2018
