Un informe de la ONG Programa Somos Defensores reveló que el 2018 fue uno de los años más complejos para los defensores de derechos humanos en Colombia por el asesinato de 155 personas que ejercían esta labor.
De acuerdo con el informe, estas cifras presentan un incremento del 46,2 % frente a los 106 homicidios registrados en 2017.
“Este aumento de asesinatos en el 2018 indica que fue uno de los años con mayor número de victimizaciones y vulneraciones al ejercicio de la defensa y el liderazgo social en Colombia”, destaca el informe.
El Sistema de Información sobre Agresiones contra Personas Defensoras de Derechos Humanos en Colombia (Siaddhh) registró que el 90 % de los asesinatos fueron cometidos contra hombres, el 9 % contra mujeres y el 1% contra miembros de la comunidad LGTBI.
Los departamentos en los que hubo más homicidios fueron el Cauca con 28 casos, seguido de Antioquia (24); Norte de Santander (15), Putumayo (13), Valle del Cauca (10) y Caquetá (10).
De los 155 defensores asesinados, 63 eran líderes comunales, 24 pertenecían a las comunidades indígenas, 24 defendían derechos comunitarios, 19 eran campesinos y 7 eran dirigentes sindicales.
También fueron asesinados seis afrocolombianos, tres que defendían a víctimas del conflicto armado, tres líderes educativos, tres defensores de la restitución de tierras, dos del medioambiente y uno LGTBI.
“Al igual que en años anteriores, son los directivos de las Juntas de Acción Comunal (JAC) quienes encabezan esta lamentable lista con 63 asesinatos, frente a los 29 casos del 2017, es decir, existió un preocupante incremento del 117,2 %”, indica el informe.
En cuanto a la autoría de los homicidios, en 111 de las muertes no se conocen a los responsables; grupos herederos de los paramilitares (16 casos), disidentes de las Farc (12) guerrilla del ELN (9 ), fuerza pública (7).
Líderes sociales
El documento señala que el año pasado se registraron 805 agresiones contra líderes sociales entre amenazas, atentados, desapariciones, robos de información y asesinatos.
Este indicador presentó un crecimiento del 43,7 % con respecto a las 560 casos registrados en 2017, lo cual significa que fueron agredidas 2,2 personas por día.
“El Estado no estuvo en la capacidad de aprovechar la oportunidad histórica que se ofreció con la desmovilización de la guerrilla de las FARC tras la firma del acuerdo de paz en noviembre de 2016”, indica.
El informe, que es financiado por la embajada de Noruega en Colombia y las agencias de cooperación Misereor, Diakonia y Terres des Hommen, también hace un análisis de las causas de los agresiones.
“Las acciones por parte del Gobierno no fueron suficientes y la implementación de los acuerdos de paz se dio de manera lenta y poco efectiva”, reseña el informe.
Asimismo, consideró que el desarrollo de la reforma rural integral, contemplada en el acuerdo de paz, es importante para evitar los asesinatos.
Esto se daría porque las cifras evidencian que la tierra y defensa del territorio es una de las causas por las que agreden o atentan contra estas personas.
En el informe se detalló además que de las 805 agresiones, 503 fueron amenazas, asesinatos (155), atentados (34), judicializaciones (19), robo de información (6), detenciones (4 ) y cuatro desapariciones.
Las cifras de la ONG son más altas que las de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, que registró el asesinato de 113 líderes sociales en 2017.
Con información de EFE