Desde hace algunas semanas, el estado de Washington, Estados Unidos, vive una gran polémica. Una posible ley haría que los cadáveres humanos se usen para crear abono natural.
Esta iniciativa ya fue aprobada por el Senado estatal y solo necesita la firma del gobernador, Jay Inslee, para que se haga efectiva. Luego de hacerse público, el anuncio causó revuelo en los habitantes de esa zona.
El objetivo de esta ley es pasar de enterrar un cuerpo humano a convertirlo en “polvo natural”. Esto alimentaría las raíces de los árboles con el fin de ayudar al sostenimiento del medio ambiente.
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Según los expertos, los seres humanos tienen uno de los procesos de degradación más lentos del ecosistema. Genera muchos gases contaminantes que tardan varias semanas en desaparecer.
No obstante, con este proceso, que tardaría 30 días, esta problemática ambiental se reduciría de manera considerable. Al convertir los restos en abono, no se afectaría de la misma manera a la naturaleza.
En la actualidad, la única manera de proteger a un ser querido es enterrar o cremar el cuerpo. Sin embargo, esta nueva alternativa le daría la posibilidad a las personas de contribuir con el planeta con su propio cadáver.
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“Lo más importante es que mi cuerpo sea capaz de devolverle a la Tierra lo que ella hizo por mí cuando yo estaba viva y, a través de ese proceso, crear nuevas fuentes de vida”, aseguró Nina Schoen, una de las promotora de la iniciativa de convertir el cuerpo humano en abono natural a la BBC.
En Estados Unidos, un entierro tradicional cuesta cerca de 7.000 dólares, una cremación 1.000 dólares y la nueva alterativa podría estar en los 5.500 dólares.
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