Mientras era un hombre, Karen White cometió tres violaciones por las que permanecía en detención preventiva. White, cuyo nombre como hombre era Stephen Wood, ya había cumplido una condena de un año y medio por conducta inapropiada con un menor de edad.
Mira también: Expulsan de Colombia a israelí que insultó a policías en Cartagena
Por su condición como transgénero, las autoridades del Reino Unido decidieron enviar a White a una prisión para mujeres con el objetivo de que allí cumpliera el resto de su condena. Sin embargo, White (de 52 años) no se ha sometido a una cirugía de cambio de sexo y aún conserva sus genitales masculinos.
Pocos días después de ser trasladada a un centro de reclusión, Karen utilizó su ‘posición’ frente al resto de internas y abusó sexualmente de varias de ellas.
De las cuatro acusaciones que ha recibido por abusos que habría cometido entre septiembre y noviembre de 2017, White solo ha admitido dos ante un juez. Incluso cuando se presentó ante el tribunal en julio pasado se defendió diciendo que no le gustaban las mujeres y sufría de disfunción eréctil.
Te puede interesar → Extraño caso: la mujer que fue diagnosticada con ‘lengua peluda negra’
Los incidentes por los que Karen es señalada incluyen tocamientos indebidos, exhibición de genitales, acoso y comentarios inadecuados sobre sexo oral.
Las autoridades británicas han adoptado medidas según las que los sitios de reclusión de los presos deben coincidir con el género sexual al que aseguran pertenecer. El caso ha desatado un verdadero debate en Reino Unido sobre si las personas transgénero deben ser transferidas a centros penitenciarios femeninos.
“Encerrar a violadores en cárceles de mujeres, entre reclusas vulnerables que incluyen víctimas de violación es como poner al zorro en el gallinero”, expresó la columnista Janice Turner en The Times.