Ayudar a los niños con sus deberes escolares forma parte de la paternidad, y más en la era de la pandemia, en la que todo el trabajo se hace desde casa y vía online. Sin embargo, especialistas alertan sobre los peligros de hacerle la tarea a tus hijos y no dejarlos lograr por su propia cuenta los hitos propuestos por la escuela.
Angel Harris, profesor de la Universidad de Duke y Keith Robinson, de la Universidad de Texas, escribieron el libro ‘La brújula rota: participación de los padres en la educación de los niños’, y que muestra cómo los niños a los que los padres ayudan en exceso o de plano les hacen la tarea, muestran menor rendimiento académico que aquellos que hacen su tarea solos.
Estudiaron el comportamiento de las familias en encuestas de tres décadas, y corroboraron que los niños a los que los padres ayudaban con la tarea no mostraron mejoría académica.
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Deja que tu hijo sea el líder
Afirman que los padres deberían dejar que sus hijos lleven la batuta y solo preguntar cómo ayudarles, en lugar de liderar el estudio y decir cómo se hacen las cosas.
Según el estudio, castigar a los niños por las malas notas, hacerles las tareas y escoger cursos por ellos son acciones que causan que los niños sientan ansiedad y no interés hacia el aprendizaje.
Otros especialistas afirman que si no dejas que tu hijo haga su trabajo escolar puedes promover sentimientos de impotencia e incapacidad. Ellos pueden creer que de verdad no pueden con sus proyectos y de esa manera realmente no están aprendiendo.
Aseguran que los niños con mejor rendimiento son los más independientes, los que pueden resolver problemas por sí mismos. ¿Cuáles son las técnicas que sí funcionan? Leer a los niños en voz alta, preguntarles por sus planes académicos, qué carrera quieren estudiar.
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Para los investigadores, es más efectivo que los niños conozcan personas con carreras sólidas e interesantes que les muestren de primera mano cómo estudiar puede cambiar la vida de las personas y promover su interés respetando sus decisiones, no imponiéndose.
Al final, se trata de aprender, y los padres deben acompañarlos en ese proceso, no vivirlo por ellos.
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